Punta Catalina es un proyecto energético para producir 722 megas al sistema que se erige en ese sector de la provincia Peravia, que por sus coordenadas extrañas y sospechosas, ha derivado en Punta conflictiva.

En primer lugar, la alternativa de escoger el carbón como combustible generador de energía se discute que fuese la mejor opción por su incidencia contaminante, no obstante, conforme el vicepresidente de la CDEEE, sociólogo Rubén Jiménez Bichara insistir, y lograr el apoyo del presidente Danilo Medina que optara por el carbón, y disponer el aval del Protocolo de Kyoto.

Jiménez Bichara, en un amplio bis a bis con el suscrito, ilustró que la opción de gas natural hubiese sido la mejor, pero su costo resulta alto, peligroso y riguroso su manejo, de una tecnología asaz tan sofisticada como un reactor nuclear.

En segundo término, la generadora debió asumirla el sector privado en financiar su construcción, operación, redes de transmisión y ulteriores beneficios, no involucrar al contribuyente vía el Estado, para comprometer recursos por US$632.5 millones, y el vacío del sector privado a este proyecto delata suspicacia en su rentabilidad.

El día dos de este mes, El Observatorio Dominicano de Políticas Públicas de la UASD, con el apoyo de una veintena de fundaciones, conforme nota insertada en HOY, reclaman al presidente del Consejo Económico y Social (CES), monseñor Agripino Núñez Collado, disponer detener de inmediato la licitación pública internacional convocada para comprar energía eléctrica, mantenimiento de las plantas de Punta Catalina y adquirir carbón vegetal, que entienden ilegal y perjudicial, que debe honrar el Pacto Nacional para la Reforma del Sector Público.

Debido a la largueza e importancia del tema, como dijo el general Douglas MacArthur en Corregidor, Las Filipinas, l942; Volveré.