Cuando una gran parte de la humanidad está tomando acción y generando esfuerzos para aminorar la contaminación ambiental -especialmente la proveniente del carbón mineral-nuestro Gobierno desoyendo, las recomendaciones sobre el efecto nocivo de los gases tóxicos que eliminan la capa de ozono, se embarca en construir la planta eléctrica de carbón en el sitio denominado Punta Catalina, bajo el pretexto de que contribuirá a paliar el déficit energético, que desde hace muchos años padece nuestro país.

Nuestro Gobierno tuvo la oportunidad de haber seleccionado un tipo de planta eléctrica amigable con el medio ambiente; sin embargo, rechazó una propuesta de China para la construcción de una explotación a gas natural, con un costo cuatro veces menor que el presentado por la compañía brasileña Odebrecht, pero ya los lazos políticos y mafiosos habían sido entrelazados y el pueblo dominicano pagará por esta funesta decisión. Asimismo, la humanidad también sufrirá las consecuencias, por agregar más polución al medio ambiente.

Con el advenimiento de esta pandemia derivada del coronavirus, los ministros de Medio Ambiente y Cambio Climático de diez países de la Unión Europea (UE), buscando una solución económica, han solicitado por escrito a la Comisión Europea (CE), una salida verde basada en la eliminación de los combustibles fósiles, que han gravado por un gran lapso de tiempo, la economía de los países que componen la UE.

En tal virtud, abogan por la utilización de energías renovables, lo cual redundaría en lograr eficiencia energética, transformando al mismo tiempo la economía y generando nuevos empleos.

Los referidos Estados europeos se proponen presentar en la Organización de Naciones Unidas (ONU), un ambicioso plan para recorte de emisiones de gases de efecto invernadero que pretende elevar el acuerdo firmado en París en 2015, para reducir el efecto invernadero de un 40% para el 2030.

Ahora, el Parlamento Europeo, la CE y otros miembros pretenden elevar esa meta entre un 50 y un 55%. El argumento para oponerse a la construcción de plantas de combustible fósiles es que cada día resultan menos competitivas que las energías renovables.

Polonia, un país que había estado renuente a esta política del cambio climático, ha solicitado que se suspenda el sistema de comercio de derechos de emisiones (ETS) mientras permanezca la pandemia.

En este sistema, obligan a unas 11,000 industrias a pagar por sus emisiones de dióxido de carbono, lo cual ha favorecido que muchos países están dejando a un lado la construcción a base de carbón para producir electricidad. Es por eso que ahora claman, reconstruir la economía en base a un Pacto Verde para alivianar la atmósfera tóxica que actualmente se respira.

El planeta ha sido castigado con grandes desastres naturales que disminuyen la producción de nitrógeno.

El incendio que devastó enormes cantidades de bosques en la Amazonía, la región más sensible del planeta, el cual al parecer fue causado por los denominados canganceiros o bandeirantes, que pretenden aumentar dichos terrenos para el fomento de pastos y siembra de productos del agro, tuvo la suerte, antes del desbordamiento del control, que cayeron intensos aguaceros que salvó de la extinción a miles de animales autóctonos y de valiosos árboles maderables.

Otro acontecimiento fatídico para el medio ambiente que incide a nivel mundial, fue el inmenso incendio ocurrido en Australia, en donde perecieron miles de animales, árboles centenarios, viviendas, lugares históricos y turísticos, en donde la mano de Dios finalmente obró, ocasionando grandes aguaceros que lograron sofocar el incendio. Sin embargo, los mismos trajeron grandes inconvenientes por las enormes inundaciones y lagunas que se produjeron.

Los efectos de gases invernaderos también se han sentido en los glaciares en los polos de la tierra.

En la Antártida inmenso desierto congelado del Polo Sur, se han producido grandes desprendimientos de masa helada, que cuando se mantienen compactadas pueden traer graves consecuencias a las naves que utilizan el Estrecho de Magallanes.

Además, ese deshielo ha hecho subir el nivel de los mares, especialmente del lado del océano Pacífico, que constituye una amenaza latente a las islas Maldivas y otras que apenas tienen una elevación menor de diez metros sobre el nivel del mar.

Esperemos que la discutida y controversial planta de Punta Catalina, sea el último recurso que utiliza carbón en nuestro territorio, ya que en lugar de penalizar al país, los que debieran ser penalizados son los componentes del Gobierno, ahora encartados y que propiciaron ese crimen de lesa patria, para obtener comisiones y coimas, que con protección política del partido gobernante, aun no han podido ser juzgados.

Sin embargo, persiste un fuerte reclamo del pueblo dominicano, para que sean traducidos otros responsables del cohecho, los cuales por tener la protección de nuestra Justicia selectiva, no han sido aun procesados al igual que los otros, que ni siquiera están encarcelados.

Habría que estudiar lo antes posible, si el enorme despilfarro que representa Punta Catalina, podría en un futuro convertirla para que opere con gas natural; siempre y cuando, el costo sea menor que su destrucción.