Todos recurrimos a préstamos para saldar compromisos, financiar un automóvil, una vivienda, desarrollar una empresa u otras actividades, algunos ni siquiera utilizan sus ahorros para realizar inversiones, pero es difícil imaginar una persona, una firma o un país que esté tranquilo con una deuda que se ha disparado.

Pero la preocupación es que cuando la deuda se vuelve insostenible, que no es el caso de República Dominicana. Y partimos del hecho de que el país ha estado cumpliendo fielmente con sus compromisos internacionales e invirtiendo en los sectores sociales bajo disciplina fiscal en el marco de presupuestos equilibrados para un desarrollo sostenible, e incluso se ha ido reduciendo el déficit presupuestario, el cual registró en el 2012 un 5% del Producto Interno Bruto (PIB) y para este año se proyecta que sería de RD$75,000 millones, es decir, 1.7%.
Observamos que de las economías mayores endeudadas de América Latina, República Dominicana está en el lugar número 13, con 39.8% del PIB, siendo superada por Venezuela con 80.9, Argentina 80.0, Brasil 78.0, El Salvador 76.3, Uruguay 60.6, Nicaragua 52.5, Costa Rica 52.4, Bolivia 51.6, Colombia 48.1, Ecuador 46.4, México 45.3, y Honduras 43.9, luego, están Panamá 36.8, Perú 26.4, Chile 25.6, Guatemala 23.7 y Paraguay 20.4%, conforme con cifras del Banco Mundial.
La deuda que inquieta es cuando se debe financiamiento de un presupuesto con déficit fiscal que desborda el 4.0% del PIB, y lo que miran los economistas es la relación entre deudas públicas y el tamaño de las economías, expresada como porcentaje del PIB.
Venezuela, Argentina y Brasil, que son los países más endeudados de la región, tienen crisis en su economía, específicamente los dos primeros. Sin embargo, hasta el momento los compromisos de República Dominicana en el exterior son manejables.