En la década de los 90 la exploración minera en el país, especialmente en busca de petróleo y gas natural, se mantuvo activa, aunque con el transcurrir del tiempo el interés se fue esfumando.

En esa época la firma Once-Once recibió una concesión por un período de tres años para explorar gas natural en la zona del Cibao. Pese a los hallazgos, la compañía abandonó el proyecto alegando que la presencia del mineral no era explotable comercialmente.

En tanto, la firma internacional Mobil logró que se le adjudicara una concesión de exploración en el Sur, incluyendo la plataforma submarina. La compañía también detectó la presencia de petróleo, pero bajo el mismo alegato, no es explotable comercialmente y dejó a un lado el proyecto, e incluso realizó estudios en el fondo marino con un buque de alta tecnología.

Hablando con un técnico de la Dirección de Minería de ese entonces, afirmó que las compañías exploradoras de los años 90 buscaban incentivos y aumentar el valor de sus acciones en la Bolsa de Valores de Nueva York, pero que no tenían gran interés en realizar grandes inversiones porque los precios del petróleo no eran tan atractivos como hoy en día.

Estima que se realizaron perforaciones poco profundas, las cuales no determinarían la presencia comercialmente explotable de gas natural ni petróleo. Puso de ejemplo, pero más atrás, a Charco Largo, donde sólo se perforó 12 mil pies cuando hay pozos de hasta 26 mil pies de profundidad.

Para el especialista, en el país hay petróleo y gas natural, pero se requieren nuevos estudios exploratorios.

E incluso algunos entienden que en el subsuelo existen reservas por más de 100,000 millones de barriles de crudo.