El anuncio de Angola y Argelia de que en el presente trimestre aumentarán la producción de petróleo, plantea un serio dilema para los productores del crudo, los cuales se han visto afectados por la reducción del precio en el mercado internacional, lo que vaticina una crisis económica en esas naciones, ya que verán reducirse aún más sus ingresos financieros sin alternativas en el corto plazo.

Sin embargo, no hay duda de que la baja del precio del petróleo tiene un impacto positivo en las economías de los países consumidores, especialmente en los subdesarrollados, que se habían mantenido con grandes déficits presupuestarios y en su balanza de pagos por los altos precios del barril de crudo.

Los dominicanos han tenido la suerte de que en medio de los altos precios del petróleo el dólar se ha mantenido en equilibrio y las tasas de interés en los mercados financieros internacionales estables.

De mantenerse deprimido el precio del crudo como se estima, las perspectivas indican que los sectores productivos en el país podrían crecer en el 2015 y 2016 muy por encima de los pronósticos de organismos internacionales.

La reducción del precio del petróleo en el mercado internacional deberá reflejarse en las próximas semanas en toda la economía, ya que el Gobierno ha estado aplicando el comportamiento del crudo a las ventas locales de los combustibles.

Lo que sí podemos asegurar es que en el mercado local de bienes y servicios existe una gran distorsión de los precios, lo que ha impedido que las bajas de los carburantes vayan en beneficio de la población.

Para bajar los precios de los alimentos y otros bienes no hay que dialogar ni pactar, ya que sólo hay que aplicar una simple matemática de colmado. Los comerciantes y transportistas lo saben.

La disposición de Argelia y Angola de aumentar la producción de crudo deberá incidir en la postura asumida, hasta el momento, por la Opep.