Punto:Aranceles (y III)

Punto:Aranceles (y III)

Aunque en las últimas dos décadas en el sector agropecuario se planteó la competitividad, pero de manera limitada y distorsionada porque los productores se enfocaron en el mercado local, y al encontrarse satisfechos de lograr periódica o eventualmente etapas pasajeras de prosperidad nunca pensaron en el exterior y mucho menos que vendría la globalización.
Hoy se impone la competitividad bajo una mayor producción con tecnología de punta, con bajo costo, alta calidad y menor precio para el consumidor, de lo contrario nuestros productores no podrán competir en el marco del RD-Cafta. Todavía hay tiempo porque el desmonte arancelario se inicia este año y finaliza en el 2030.
El Bagrícola ha venido financiando recursos financieros al campo con tasas de interés blandas para su transformación. En los últimos siete años desembolsó RD$124,095.1 millones, monto histórico. No se incluye la participación de la banca privada y el Banco de Reservas. Los productores no pagan el Impuesto Sobre la Renta y reciben variados incentivos por parte del Gobierno, desde la preparación de terrenos hasta asesoría técnica. Pese que el campo produce alrededor del 85% del consumo local, lo cierto es que falta un cambio de paradigma para insertarse en el mercado exterior en forma competitiva. La apertura demostrará de manera abrupta y drástica las debilidades del sector, que ahora está obligado a hacer un esfuerzo intenso de cambio estructural que incluya lo productivo y lo tecnológico, sin dejar de lado lo organizacional e institucional, no solo para ser congruente con el crecimiento en el PIB, sino sobre todo, para cumplir un papel dinámico en las nuevas estrategias para el desarrollo, la liberación del comercio y la integración económica.
La competitividad externa es, así, una de las categorías centrales del análisis y del funcionamiento económico de la actualidad.
En todo caso lo importante, en ese ámbito, es avanzar en definir e incorporar de manera expresa los elementos que determinan la capacidad competitiva de la agropecuaria.
Esto es particularmente urgente, pues en la región prevalecen situaciones de excesivo proteccionismo y casos evidentes en que la competencia se basa en el poder de sus respectivos gobiernos o en políticas o instrumentos cambiarios, fiscales y monetarios que alteran o distorsionan en forma notable la competitividad de los productores que no pueden utilizar esos mecanismos.

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