Las preocupaciones que siempre han tenido los dominicanos radican en el uso que se les puedan dar a los fondos de pensiones, activos que son de los trabajadores, y que hoy en día sobrepasan los 223,000 millones de pesos.

En estos momentos se impone que se estudie la creación de nuevos instrumentos que permitan a las administradoras de fondos de pensiones invertir esos recursos, pero especialmente que vayan a la creación de nuevas fuentes de empleo, generación de divisas y concretamente que contribuyan al desarrollo económico del país.

Es claro y así lo establece la Ley 87-01, que las administradoras de fondos de pensiones deben obtener de beneficio el 30 por ciento de los recursos captados y el 70% restante debe ir a los trabajadores, lo que es una realidad en estos momentos.

Actualmente se le está entregando al trabajador que queda cesante y con edad de 60 años sus ahorros acumulados más los intereses generados, y dentro de 15 años se comenzará a pensionar a todo aquel que haya acumulado las 360 cuotas, como establece la Ley 87-01, pero al margen, actualmente decenas de personas están recibiendo sus pensiones por discapacidad.

Recientemente, me comentaba un amigo economista que llegó a la edad de 60 años y recibió un millón de pesos que había acumulado en la AFP Reservas, pero que antes  de la entrega estaba nervioso porque no había  llegado a la edad requerida y se preguntaba con preocupación qué podría pasar con sus recursos ahorrados. La inquietud provenía por cuestionamientos al Estado en el uso que podría darle a los recursos financieros de los trabajadores.