El mantener el actual modelo económico es situarse en una ladera peligrosa, debido a que la economía no puede continuar  dependiendo de sectores de servicios que realmente no aportan riqueza, crean pocos empleos inestables y generalmente repatrian la mayor cantidad de divisas que generan.

Estoy plenamente identificado con la posición asumida por el ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás, quien expuso recientemente que si el modelo económico se sigue sustentando en los servicios, la economía nacional llegará a colapsar.

Esa es una advertencia que debe servir de reflexión al Gobierno para iniciar un proceso de transformación de la economía dirigido a la inversión en sectores que sí generarían riqueza, fuentes de empleo y divisas, como única forma de que el país alcance un desarrollo sostenido.

El Gobierno debe potenciar el sector agropecuario para la exportación, y diversificar las zonas francas, áreas que son vitales en la generación de fuentes de empleo y divisas.

El desarrollo que aspiramos no se puede sustentar en sectores de servicios y en endeudamiento, porque no se estaría contribuyendo con la estabilidad macroeconómica a largo plazo.

Aunque algunos especialistas entienden que el desarrollo no se puede sustentar en bienes primarios, es decir, como los procedentes del campo, sin embargo, nuestro potencial actualmente es la agropecuaria.

El actual modelo económico está agotado, porque se ha preferido depender de préstamos y de la exportación de mano de obra, o sea, de las remesas que envían los dominicanos en  el exterior.