De pronto, Kadafi volvió a representar un peligro para el pueblo libio que salió a las calles a derrocar el gobierno de su país.

Al unísono, varios países del norte de África se envalentonan y echan a uno, dos, tres, mandatarios calificados como dictadores.

Pero ¿por qué  a unos dictadores sí y a otros no?

¿Qué es lo que no se ve, detrás de movimientos populares “espontáneos” convenientemente respaldados por la prensa de los países poderosos y hasta con pertrechos, municionamiento ilimitado y efectivos bombardeos por los aviones de mayor precisión?

Ese hombre durante décadas acusado como modelo de terrorista y gobernante totalitario, fue aceptado como bueno, pese a ser tan inhumano que ordenó la voladura de un avión de pasajeros, acción que provocó un número de víctimas superior a las 200 personas.

Por nadar sobre petróleo se sacudió el sambenito de terrorista, con la complicidad de los dirigentes de los países que antes lo execraban.

Pero he ahí que ese hombre tiene a Libia con una tasa de desempleo de 0%.

Tiene el mayor PIB de toda África. Ocupa el primer puesto en índice de desarrollo humano de África, y se le puede comparar en términos de PIB per cápita con países tan desarrollados como Argentina o México. Tiene menos personas por debajo del umbral de la pobreza que Holanda,  la esperanza de vida es de 75 años,  la más alta de África y está por encima del 10% de la media mundial.

A excepción de los nómadas beduinos y los tuaregs, la mayoría de las familias libias poseen casa y coche,  la sanidad y la educación son gratuitas, es por ello que la tasa de alfabetización es del 82 por ciento.

Así como los países poderosos invadieron, colonizaron y explotan las riquezas petroleras de medio oriente. Libia posee la mayor reserva acuífera subterránea del mundo. Dicen que las guerras del siglo XXI serán por el agua, Kadafi construyó un acueducto de 4 mil 500 kilómetros; Francia e Inglaterra producen agua desalinizada del mar Mediterráneo que venden a los países de África a 3 dólares por metro cúbico. Kadafi produce  agua a un costo de 35 centavos de dólar por metro cúbico para todos los países africanos.

Esta realidad fue la causa para bombardearla e invadirla, las potencias europeas quieren adueñarse de esa riqueza natural en este siglo XXI.

¡Maten a Kadafi, su agua subterránea, su petróleo y su gas deben ser de los europeos!

Ahora a reconstruir a Libia con ingenieros y técnicos extranjeros, para ello hay 18 mil millones de dólares en bancos europeos. ¡Así, qué fácil es!