POR MARIO MENDEZ
Los puntos más difíciles que deberá abordar el gobierno para la firma del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) serán la eliminación de un déficit fiscal de unos 9 mil millones de pesos que persiste aún con la aprobación reciente de una reforma fiscal y cómo hacer consistente la política de tasas de interés que ejecuta actualmente el Banco Central con el programa de ajuste, trascendió.

Según se informó, por la existencia de ese déficit fue que los negociadores del FMI solicitaron al gobierno la aprobación de nuevos impuestos.

Se explicó que el gobierno ha planteado aumentar sus ingresos, a través de mejoras administrativas.

Sin embargo, se observó que los negociadores del FMI no suelen reconocer los resultados que puedan tener las mejoras administrativas en las proyecciones de ingresos en que se sustenta un acuerdo con ese organismo.

De acuerdo a lo explicado, parece improbable que se traten de aprobar nuevos impuestos, por lo cual la exigencia del FMI sería que el déficit de los 9 mil millones de pesos se logre a través de una reducción del gasto público.

Se explicó indicó que ésta no sería una tarea fácil, ya que la realidad es que el 40 por ciento del presupuesto sería destinado al pago de la deuda externa; si se decidiera pagar unos 5 mil millones de pesos de una deuda interna que podría alcanzar cerca de los 20 mil millones de pesos, se estaría aumentando el financiamiento del déficit, ya que el no pago de esa deuda sería considerado un financiamiento; los gastos corrientes podrían ascender a unos 27 mil millones de pesos y los subsidios al gas y la electricidad superan los 20 mil millones de pesos.

Se indicó que todavía no ha dado por seguro que será eliminado el subsidio al GLP para transporte y uso doméstico, y en el caso de la electricidad se ha planteado, en vez de eliminar totalmente el subsidio, que éste se mantendría para quienes consuman hasta 700 kilovatios al mes.

Se indicó que ante ese cuadro, la opción podría ser la aplicación de la promesa inicial del gobierno de reducir en un 20 por ciento la nómina, pero que esto es contradictorio con el anuncio de que el gobierno crearía unos 60 mil empleos el próximo año.

En cuanto a la política monetaria, se planteó que habría que convencer al FMI de que la actual política de tasas de interés es consistente con un programa de ajuste avalado por ese organismo.

Se explicó que el FMI mide el éxito de una política monetaria restrictiva a través de las tasas de interés reales, que deben ser positivas.

Además, se indicó que el FMI cree en que es el mercado el que debe determinar los niveles de las tasas de interés, no por imposición del Banco Central. 

Se explicó que la de inflación en el presente al alcanzaría un nivel de alrededor del 36 por ciento, y las tasas que aplica el Banco Central en las subastas de los certificados está en ese mismo nivel o por debajo.