Las expectativas estimuladas el jueves por la noche por el Presidente Leonel Fernández, con el anuncio de iniciativas para contrarrestar la crisis derivada de las alzas petroleras, inspiran inevitables conjeturas sobre los escenarios, los blancos y la efectividad de los controles. Deplorablemente, los antecedentes no incitan mucho  entusiasmo, pues  hay que recordar que ya deberíamos estar ajustados a restricciones de consumo dispuestas en pasado reciente y de cuya efectividad se tienen dudas. Por ejemplo, no se ha hecho nada para reducir el gasto general de combustibles y está probado que las alzas de precios no disuaden el consumo, y no se ha predicado con el ejemplo restringiendo el consumo en la administración pública.

Por esas razones y porque la presión de las alzas petroleras se está haciendo insoportable, las expectativas más sensatas que podemos acariciar es que de una vez por todas el Gobierno asuma el liderazgo en una política general de ahorro sustancial de combustibles y energía que se haga cumplir con el rigor que aconsejan las críticas circunstancias. Hay que empezar por limitar el uso de luminarias en las entidades del Estado fuera de las  horas laborables y hay que hacer un reajuste general de horarios de trabajo y de clases. La estabilidad de la economía tiene que ser preservada por encima de nuestras particulares preferencias y se nos está haciendo tarde.

La seguridad alimentaría

Un punto neurálgico de la actual crisis -que está en sus comienzos porque no parece que las alzas petroleras vayan a detenerse en el corto plazo- es garantizarle a la población alimentos a precios asequibles. Para lograr ese objetivo es preciso que el financiamiento de siembras fluya hacia el campo oportuno, en cantidades suficientes y a tasas preferenciales, y que se creen los medios para reducir al mínimo el abuso de la intermediación.

Sin duda, la garantía de la seguridad alimentaría está entre las expectativas despertadas en la población, y particularmente entre los productores, por la reciente conversación  del Presidente Leonel Fernández con un grupo de periodistas. En este  país cualquiera obtiene un préstamo para un vehículo con más facilidad que para financiar cultivos. La seguridad alimentaría está, pues, entre los aspectos que anidan en nuestras expectativas sobre las medidas que habrá de anunciar el Presidente.