Puntualizaciones sobre el déficit fiscal
El problema no es de metodología, es de transparencia

Puntualizaciones sobre el déficit fiscal<BR>El problema no es de metodología, es de transparencia

Las autoridades del Banco Central, a través del director de su Departamento de Programación Monetaria y Estudios Económicos, han formulado unas declaraciones en torno a las críticas sobre los resultados de las operaciones fiscales  correspondientes al trimestre enero-marzo de este año.

Considero de gran importancia que se haya producido esta respuesta, ya que de esta manera se fomenta el interés por la discusión y el debate sobre un tema de primer orden como lo es el manejo de las finanzas del Gobierno. Pienso también, que lo más importante en la discusión en torno al déficit/superávit del Sector Público Dominicano, no es la cuestión metodológica, que sin lugar a dudas tiene su relevancia.

De lo que se trata, fundamentalmente, es de procurar la  transparencia y prevenir que no seamos contaminados por una tendencia que se ha puesto en evidencia durante la actual crisis global: la de la cosmetología económica, fiscal y financiera.  En  cuanto a los planteamientos del Banco Central y del señor Julio Andújar, considero oportuno hacer las siguientes puntualizaciones.

En primer lugar debo señalar que el Banco Central no ha explicado convincentemente la diferencia de RD$5,286.9 millones entre el déficit fiscal publicado en el informe de la economía dominicana enero-marzo y los cálculos aparecidos en el artículo publicado por mí el 30 de mayo pasado. Lo que han hecho es procurar descalificar las críticas, utilizando argumentos sobre unas diferencias metodológicas en los cálculos que no existen.

Los datos utilizados en el referido trabajo son los publicados por la DIGEPRES que, a su vez, proceden del SIGEF y que supongo son los mismos que los utilizados por el Banco Central, los cuales están imputados siguiendo el método de lo devengado. 

Los cálculos sobre los cuales me fundamenté para cuestionar los datos sobre los resultados de las operaciones fiscales enero-marzo 2010 del Banco Central, fueron realizados utilizando las mismas cifras del Banco con una herramienta de análisis de las finanzas públicas llamada Cuenta Ahorro-Inversión-Financiamiento (CAIF), que divide convencionalmente las operaciones del Gobierno distinguiendo según los criterios “por encima” o “por debajo” de la línea, tomando en cuenta su impacto en el déficit. “Por encima de la línea” se registran las partidas de ingresos,  transferencias y recursos corrientes y de capital, no financieros; así como los gastos corrientes y de capital. Estas variables son las que definen la capacidad/necesidad de financiación del Gobierno, determinando la línea divisoria con respecto a las operaciones que se registran “por debajo” de ella, donde se registran las operaciones de financiamiento del déficit o utilización del superávit del Gobierno.

Estoy plenamente claro  que la medición del balance fiscal implica decidir sobre tres aspectos fundamentales, como son: la base de registro o medición de las operaciones del Gobierno, el nivel del Sector Público objeto del análisis y el periodo de estudio. En efecto, el balance fiscal  dependerá de si se realiza en base a valores de caja o a lo devengado, o  de qué nivel o niveles del Sector Público son considerados.

Si el déficit se mide en base de caja, sólo se  consideran los egresos del Gobierno que involucren el desembolso de efectivo de caja, así como los ingresos de efectivos que este percibe.

Cuando el déficit se cuantifica en base a lo devengado, comprende los recursos netos efectivamente adquiridos y utilizados por el Gobierno independiente de que se haya o no realizado el pago de los mismos.

Las estadísticas sobre las operaciones fiscales generadas por el SIGEF están imputadas por el método de lo devengado, mediante el cual se mide el saldo fiscal, incluidos los recursos netos efectivamente adquiridos y utilizados por el gobierno, sin importar que se hayan verificado o no las correspondientes operaciones monetarias que estas implican.

El problema que presentan los datos sobre las operaciones fiscales publicadas por el Banco Central es que no permiten comprobar las conclusiones a las que llegan sobre el déficit, debido a que no hacen transparentes cifras que son imprescindibles para justificar balances que tienen carácter aditivo, es decir, que son el resultado de operaciones de suma y resta. Un ejemplo de esto es que el señor Julio Andújar revela el dato de las donaciones en su carta. Bueno, y por qué no lo hicieron público antes. Entonces yo tenía razón al señalar la imposibilidad de que la diferencia del déficit estuviera explicada por las donaciones.  

Otra cuestión preocupante de la carta del Banco Central firmada  por el señor Julio Andújar, es la que se refiere al déficit o superávit del Sector Público No Financiero (SPNF), en la que confunde transferencia con donaciones y utiliza un ejemplo fuera de contexto y sin sentido para tratar de descalificar mi afirmación de que lo común en las cuentas consolidadas del SPNF es que el Gobierno Central cierre con superávit y los demás entes con déficit. Esto parece evidenciar un desconocimiento de los elementos básicos de consolidación de las cuentas fiscales de diferentes niveles de gobierno.  

El SPNF de República Dominicana está compuestos por el Gobierno General y las Empresas Públicas no Financieras. El Gobierno General a su vez lo integran la Administración General y los Gobierno Locales. En la Administración General se concentran el Gobierno Central, las Instituciones Descentralizadas o Autónomas y las Instituciones de la Seguridad Social. En el caso de los municipios, alrededor del 80% de sus ingresos provienen del Gobierno Central.

Una situación similar se verifica en los entes descentralizados y dentro de las empresas públicas. Posiblemente sólo la Lotería Nacional y la Autoridad Portuaria tengan cierto nivel de autosuficiencia en sus ingresos, el resto son rémoras de la Administración Central. En sus cuentas fiscales el Banco Central nunca ha publicado los detalles de las operaciones fiscales del SPNF consolidado. La mejor respuesta que podrían darle al país el Banco Central y el señor Julio Andújar es publicar los datos completos y en detalles, para evitar confusión y malas interpretaciones. Deben hacer públicas las metodologías y la forma de cálculo, no sólo de las cuentas fiscales, sino muchas otras cosas. Deben hacer un ejercicio de absoluta transferenciaa. Al final, los lujosos sueldos que perciben los pagan los contribuyentes.            

La cifra

5,286.9 millones de pesos.  Es la  diferencia  entre el déficit fiscal  del informe de la economía dominicana enero-marzo y los cálculos incluidos en el artículo que publiqué  el 30 de mayo pasado que el BC no ha explicado  convincentemente.

Zoom

Los mismos datos

Los datos utilizados en el referido trabajo son los publicados por la DIGEPRES que, a su vez, proceden del SIGEF y que supongo son los mismos que los utilizados por el Banco Central, los cuales están imputados siguiendo el método de lo devengado.  Los cálculos sobre los cuales me fundamenté para cuestionar los datos sobre los resultados de las operaciones fiscales enero-marzo 2010 del Banco Central fueron realizados utilizando las mismas cifras del Banco, con una herramienta de análisis de las finanzas públicas llamada Cuenta Ahorro-Inversión-Financiamiento (CAIF), que divide convencionalmente las operaciones del Gobierno distinguiendo según los criterios “por encima” o “por debajo” de la línea, tomando en cuenta su impacto en el déficit. “Por encima de la línea” se registran las partidas de ingresos,  transferencias y recursos corrientes y de capital, no financieros.

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