Pura «boutade»

Pura «boutade»

[b]Señor director:[/b]

Si mal no recuerdo en el «Quijote» figura todo un párrafo que el inmortal Miguel de Cervantes intercala con el propósito de resaltar la relevante importancia de la historia para enjuiciar el presente y columbrar el futuro del destino de los pueblos y los hombres. La monserga de que el pasado no cuenta es una pura boutade, como dicen los franceses, y que el cantante mexicano José José embellece en una de sus mejores interpretaciones cuando con sus ahora perdidas melodías mintió al exclamar que Ya lo pasado, pasado. No, lo pasado queda, y en política, queda dejando surcos sangrientos.

En tal virtud, le envío este recordatorio de la venganza política, no para que se tome como ejemplo de desnarización, sino para que se despoje a los ladrones de lo que le han robado a este pobre pueblo.

En nombre de la libertad de expresión, le ruego su publicación en la sección apropiada del diario que usted dirige.

Con distinción,

Ramón Hernández

[b]Con Dájer[/b]

[b]Señor director:[/b]

Escribo la presente por la preocupación que me causó el artículo denominado «Francisco del Rosario Sánchez» escrito por Salvador B. Dájer S. en la sección Opinión de la edición de hoy de su distinguido periódico.

El título me hizo interesar en el artículo y luego leerlo y resultó ser que sólo la primera tercera parte del mismos honra al título y el resto es más bien una queja contra la presencia de haitianos en nuestro país. Qué grato hubiera sido leer un artículo completo sobre ese tan noble padre de la patria, pero lo que recibí fue la expresión de descontento de un ciudadano.

Quisiera decirle al señor Dájer que al igual que él, me preocupa el hecho de que el pueblo dominicano ignore mucha de su historia y haya perdido en gran parte ciertos valores que fueron los que llevaron a hombres como Francisco del Rosario Sánchez a trabajar para que disfrutáramos de una nación como la nuestra. Sin embargo, esto no se le puede atribuir a los haitianos.

Si nuestro temor es que nos vamos a dejar invadir de otra nación, no es culpa de lo que ellos hacen sino tal vez de lo que los maestros, funcionarios, padres, escritores, etc., dejan de hacer.

Por favor no use el valioso espacio de el primer artículo de la «Opinión» haciendo un llamado al «fascismo» y etnocentrismo dominicano, Uselo mejor para enseñar a los dominicanos a amar las figuras que forjaron nuestra nación y cultura como la es Francisco del Rosario Sánchez.

Gracias por su atención y por favor haga llegar este mensaje con respeto al señor Dájer.

Atentamente,

Helmut Betancourt,

Estudiante de Biotecnología

Santiago, R.D.

[b]La Suprema[/b]

[b]Señor director:[/b]

Desde la fundación de su periódico HOY nunca lo he dejado de leer. Los artículos de Leila Roldán, publicado en la página 11, de fecha 3/3/2004 y el de doctor Manuel Ramón Tapia, publicado en fecha 6/3/2004, en la página 10, ambos en el periódico HOY, han sido muy bien ponderados y brillantes, por lo que a ambos los felicito.

Todo el que se opone a cambiar o jubilar jueces de la Suprema Corte de Justicia es porque tiene su enllave allí y ellos por su pecunia quieren arrancarle un gajo a la luna.

Se les ha hecho dificultoso a los abogados licenciado Teodoro Eusebio Mateo, doctor Nelson Carrasco, doctor Juan Chahín, doctor Luis Edo. Puesán, doctor Rafael Díaz, doctor M. Rodríguez, etc., quienes han protestado contra la Cámara de Trabajo de la Suprema Corte de Justicia por las irregularidades, incapacidad y atropellos, y no obstante quejarse ante el pleno no han hecho nada.

Hay que sacar los jueces turbios y políticos como odiosos y vengativos.

Cuando una persona contrae matrimonio es para toda la vida y cuando uno de la pareja le es infiel y sigue la infidelidad, lo correcto es el divorcio.

Más sagrado es un padre con varios hijos o la madre abandonada, es más sagrado el matrimonio que un mal juez infiel, por lo que la separación es lo correcto.

Hay un gran descrédito en la Suprema Corte de Justicia. Hay abogados que tienen decenas de procesos desde hace diecisiete (17) años ante la S.C.J. sin fallar. Con afectos, un suscriptor suyo,

Doctor Juan Jorge Chahín Tuma

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