PURA EMETERIO Género épico y elemento popular en Compadre Mon

PURA EMETERIO Género épico y elemento popular en Compadre Mon

La escritora, dos veces ganadora del Premio Nacional de Ensayo Pedro Henríquez Ureña, Pura Emeterio Rondón ha muerto. Su partida nos asombró porque desconocíamos la gravedad de sus dolencias.
El mundo literario pierde a una excelente ensayista y académica de la lengua, con estudios doctorales de la Universidad Simón Bolívar de Caracas, 1993-96; Licenciatura en Letras con especialidad en Lengua y Literatura Española de la Universidad Nacional de Los Andes, Venezuela; Maestría de Literatura de la Universidad Nacional Autónoma de México (1999) y un Diplomado Superior en Estudios Afro iberoamericanos de la UASD. Pura Emeterio era, además, coordinadora de Estudios Caribeños de la Asociación Venezolana de Estudios del Caribe (1989-1991) y de la Caribean Studies Association; Investigadora en el área de Lengua del Centro Poveda (1999-2001); y profesora de la Maestría de Lingüística Aplicada de la PUCMM, entre otras funciones.
L a Comisión Nacional de Desarrollo de la Educación Superior de Venezuela le otorgó el Premio al Conocimiento Académico en 1998 y, como ese, Pura recibió múltiples otros reconocimientos que ahora no puedo enlistar por falta de espacio.
He hurgado entre mis papeles buscando mi presentación sobre la obra Compadre Mon, de Manuel del Cabral, con la que ganó en 1992 el Premio Nacional de Ensayo, para al publicarlo en Areito rendir homenaje a esta monja secular, que siguió muy de cerca las enseñanzas de Santa Teresa de Jesús, ingresando a la Orden de las Teresianas, a quienes ofrezco mis palabras de condolencia, aunque el sepelio de Pura fue un canto a la vida y la alegría, porque ahora ella se encuentra junto a su Señor, creencia que guía la vida y esfuerzos de toda la comunidad cristiana a la que pertenecía.
COMPADRE MON
“Por una de tus venas me iré Cibao adentro”. Cabral
Pura inicia su ensayo sobre Compadre Mon, analizando por qué la poesía épico- lirica latinoamericana ha conseguido quizás, con este poema moderno, su más brillante acento. Para hacerlo, propone estudiar las peculiaridades del género épico en Compadre Mon y su estilo verbal a partir de las teorías de Mijael Bajtín, en “Problemas de los Géneros Discursivos”, y sus concepciones sobre épica y novela.
Frente a este enunciado inicial debo confesar que me invadió cierta aprehensión. Pensé: ¡Otra repetidora de la “semejanza cultural” y su expresión en el análisis literario!, solo para descubrir, ya más avanzada en la lectura, que la autora se separa de todos los teóricos que considera y menciona en su texto, para ir arribando gradualmente a su propia teoría, es decir: se apropia de su texto.
Así, cuando Pura Emeterio analiza Compadre Mon, advierte que en ese poema “la realidad no es estática ni acabada, sino dinámica y compleja”, y deriva en una pluralidad genérica: pluralidad que explica a partir de un análisis de lo popular como ideología, haciendo uno de los aportes más interesantes sobre este tema.
Para ubicar a Compadre Mon como ejemplo de literatura popular la autora empieza definiendo una serie de características propias del discurso: Léxico, oralidad, forma y construcción y el carácter colectivo del signo. Todos elementos que suponen una visión del mundo desde la perspectiva popular, desde el punto de vista formal como estilístico.
De estas características, la oralidad y el carácter colectivo del signo han sido señalados como dos de los grandes desafíos de nuestra realidad isleña para hacedores de literatura y teóricas literarias del Caribe de hoy.
En el capítulo dedicado al lirismo de Compadre Mon, la autora utiliza el poema como un ejemplo de la dificultad e improcedencia de clasificar las obras literarias según modelos únicos o fijos (algo que heredamos de la semejanza cultural), negándose a encasillarlo únicamente como poema épico-lírico por tener elementos dramáticos que corresponden al fenómeno de la novelización. Novelización, como forma que refleja el devenir (o que puede vehicular los elementos del presente) versus el pasado épico como “oficialización” de la cultura.
Este análisis de la autora me aportó los elementos de lo que debería ser la “NUEVA EPICA” latinoamericana y caribeña que algunos autores como Octavio Paz y Carlos Nejar (del Brasil) insinúan y proponen, pero no definen, y que Bruno Rosario Candelier contrapone a la poesía “pura”:
“…Si la poesía pura evade los grandes problema humanos, si se abstrae de la realidad, si le huye a las demandas sociales, la mito-poesía las toma en cuenta, penetra en sus raíces escondidas, en sus facetas ocultas, en su dimensión entrañable”. “La dimensión mitológica (en Compadre Mon) no es evasión sino testimonio y entrega”.
Queda así planteada, y cito: “La doble referencialidad histórica”, pero no en forma aislada, sino como globalidad que incluye presente y pasado. Así, el pasado no constituye por sí mismo una categoría superior (superando la semejanza cultural), como en la épica clásica europea, donde lo primero, lo esencialmente bueno, está en el pasado. Tampoco la palabra épica, como tal, llega a constituir el texto pues (y esto es algo sumamente importante) este se NUTRE del discurso popular.
Por otra parte, y vuelvo y cito, en Compadre Mon la dignidad de los hechos narrados (elemento indispensable en la concepción del pasado absoluto) viene dada, no tanto por la calidad del héroe individual, cuanto por ser este portador de “LOS VALORES DEL PUEBLO”.
En el “Dialogismo en Compadre Mon”, Pura introduce otro elemento fundamental en la reflexión sobre el ejercicio literario (y la necesidad de que exprese la dialéctica entre lo de adentro o de fuera, CON LA GENTE Y A PARTIR DE LA GENTE) de los caribeños: el dialogismo, o descubrimiento dialógico de la verdad mediante la concepción Socrática, lo cual se opone al monologuismo que pretende poseer la verdad ya hecha.
Ser, concluye, significa comunicarse dialógicamente con una realidad dinámica y compleja, en el ámbito de una heterogeneidad cultural que por nuestra misma condición de islas heredamos y enriquecemos diariamente.
El libro continúa con aportes muy fundamentales de la autora sobre la integración de las formas populares en Compadre Mon; un resumen sobre la poesía popular en la República Dominicana muy instructivo; un capítulo sobre la creación poética y la actividad política en el país; los antecedentes de la creación de una poesía NACIONAL DOMINICANA; lo popular y lo nacional en Compadre Mon; las formas “cultas y populares” en Compadre Mon (“cultas”, se sobreentiende entre comillas); lo popular como opción socio política en Compadre Mon; lo real maravilloso en Compadre Mon; el Neo-realismo en República Dominicana; La solidaridad y denuncia en Compadre Mon; la figura silencio-voz-canto-grito y la denuncia social; todos segmentos que no me es posible analizar en este ensayo.
Termino pues, afirmando, que así como la autora concluye diciendo que Compadre Mon crea un lenguaje particular, (objetivo de todo escritor y escritora de estos lares), y al hacerlo expresa lo nacional dominicano, DESDE EL PUEBLO, y sin perder de vista la pluralidad histórico-cultural que lo constituye; así Pura Emeterio Rondón también inaugura el surgimiento de una crítica literaria necesaria por su valorización de lo popular,
En lo que a mí concierne el ensayo: Genero Épico y Elemento Popular en Compadre Mon, es motivo de doble celebración, por ser Pura Emeterio, una crítica femenina, quien lo escribe.

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