LUGANSK, Ucrania. El presidente ruso Vladimir Putin advirtió ayer de que las nuevas sanciones estadounidenses y europeas podrían afectar a las empresas energéticas occidentales, mientras el caos se sigue extendiendo por el este de Ucrania, donde prorrusos ocuparon nuevos edificios oficiales en Lugansk.
“Si esto sigue, tendremos que pensar por supuesto como (las sociedades extranjeras) trabajan en la Federación rusa, en especial en sectores claves de la economía rusa como la energía”, agregó Putin, y aseguró que no hay “ni formadores rusos, ni unidades especiales, ni tropas” rusas en Ucrania.
Hablando por televisión, el presidente ruso dijo también que espera la próxima liberación de los observadores de la OSCE (la Organización para la seguridad y la cooperación en Europa), retenidos por militantes pro-rusos en Ucrania.
“Espero que ese conflicto se resuelva y que serán capaces de abandonar libremente el territorio”, añadió Putin. En Lugansk, unos 3,000 manifestantes favorables a Rusia ocuparon un edificio de la administración regional en Lugansk. Unos veinte jóvenes con barras de hierro rompieron una ventana para ingresar en el edificio, que no estaba vigilado por la policía, mientras la multitud esperaba afuera para entrar.
Posteriormente, también este martes, unos mil manifestantes prorrusos, apoyados por unos cincuenta hombres armados, lanzaron un asalto contra la comisaría de Lugansk, donde también controlaban un tribunal. Los locales de los servicios de seguridad de esta ciudad de 465,000 habitantes, capital de la región del mismo nombre, ya estaban ocupados desde principios de abril.
En total, las fuerzas favorables a Rusia ocupan edificios públicos, entre ellos ayuntamientos, comisarías y servicios de seguridad, en una docena de ciudades orientales. En Kiev, el presidente interino ucraniano Olexandre Turchinov denunció “la inacción, la impotencia y a veces la traición criminal” de las fuerzas del orden en el este del país.
En Slaviansk, se registraron “avances significativos” en las negoiaciones de cara ala liberación de los observadores de la OSCE detenidos desde el viernes por prorrusos, declaró el líder separatista de este bastión rebelde del Este, Viatcheslav Ponomarev.
“Una salida positiva” está a la vista “en el más breve plazo”, añadió este martes, cuando el secretario general de la Organización, Lamberto Zannier, se encontraba en Kiev para hablar con las autoridades ucranianas de la suerte de los observadores.
Teme se extienda caos
La policía y las fuerzas de seguridad ucranianas son “incapaces” de restaurar el orden en dos zonas orientales vecinas con Rusia y en algunos casos cooperan con los activistas prorrusos que han ocupado algunos edificios y capturado rehenes, dijo el miércoles el primer ministro ucraniano en funciones. Aleksánder Turchínov dijo que el objetivo del gobierno es ahora impedir que la agitación se extienda a otros territorios del país de 46 millones de personas. Su gobierno interino en Kiev y las naciones occidentales acusaron a Moscú de fomentar la agitación en el este de Ucrania, fronterizo con Rusia.