Moscú, (EFE).- El presidente ruso, Vladimir Putin, negó ayer un retorno a la Guerra Fría en las relaciones entre Rusia y los países occidentales, pese a las discrepancias surgidas recientemente con Estados Unidos.

«Construiremos nuestras relaciones con Occidente con paciencia y calma. Ya lo he dicho, no regresaremos a la Guerra Fría», aseguró Putin, que se encuentra en su residencia de descanso en la ciudad costera de Sochi (Mar Negro), según la agencia RIA-Nóvosti.

El jefe del Kremlin subrayó que Rusia sólo necesita «garantizar unas condiciones normales y razonables para el desarrollo de su política exterior. No necesitamos nada más».

No obstante, Putin agregó, en clara alusión a EEUU, que «si no metiéramos las narices en los asuntos de otros países y no declaramos que el mundo entero es nuestra esfera de influencia, entonces dispondríamos de los recursos suficientes para garantizar plenamente nuestra seguridad».

En su discurso del Estado de la Nación esta semana, Putin anunció un aumento del gasto en Defensa para mantener el «equilibrio estratégico de fuerzas», ya que el presupuesto militar de EEUU es 25 veces superior al de Rusia.

El vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, levantó ampollas en Moscú cuando acusó a Rusia durante su reciente visita a Lituania de dar marcha atrás en las reformas democráticas y censuró que el Kremlin se inmiscuya en los procesos democráticos de los países vecinos.

Además, Cheney criticó que Moscú recurra al petróleo y al gas como instrumentos de intimidación o de chantaje contra países como Ucrania, Georgia y las repúblicas bálticas.