Moscú. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, dio hoy luz verde a la normalización de las relaciones con Ankara, tras una conversación telefónica con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, horas después del sangriento atentado terrorista en el aeropuerto de Estambul.
“Pido al Gobierno iniciar el proceso de normalización en general de las relaciones económicas y comerciales con Turquía”, dijo Putin en una reunión del Ejecutivo, celebrada tras su primer contacto con Erdogan después del derribo de un cazabombardero ruso en la frontera turco-siria en noviembre pasado.
Puso fin así a siete meses de tensión en las relaciones entre Moscú y Ankara, incluidas sanciones económicas, cancelación de ambiciosos proyectos conjuntos y enfrentamientos en la escena internacional, sobre todo a cuenta del conflicto sirio. “Quiero informaros de que, después de la carta que nos envió el presidente de Turquía (en la que se disculpó por el derribo del avión), se ha tomado la decisión de comenzar el proceso de normalización con los socios turcos”, indicó Putin.
En un primer gesto para recuperar la confianza, anunció el levantamiento de la prohibición a los operadores turísticos rusos de vender viajes a Turquía, el segundo destino de los rusos antes de la adopción de las sanciones, con 4,5 millones de viajeros en 2014.
“Aunque esto ocurra en medio de la reactivación del terrorismo, eliminamos las barreras administrativas en este campo”, afirmó el presidente ruso. Las principales patronales turísticas rusas señalaron enseguida que el flujo de viajeros a Turquía puede recuperarse en apenas unos meses, con la condición de que los destinos de sol y playa a los que viajan la inmensa mayoría de los turistas garanticen la seguridad frente a la amenaza terrorista.