Putin rechaza negociar con chechenes

Putin rechaza negociar con chechenes

ASTANA, Rusia (AFP).- El presidente ruso, Vladimir Putin, rechazó este jueves la idea de negociar con los separatistas chechenos, acusados del sangriento secuestro en un colegio de Beslan, en una cumbre regional centrada en el terrorismo. Putin aseguró que negociar con los rebeldes de la república independentista sería parecido a negociar con la Al Qaida de Osama Bin Laden.

«Bin Laden ha ofrecido a Europa negociar en dos ocasiones y nadie piensa negociar con él. Es gente con la que no se puede hablar», dijo Putin.

   «Naturalmente, las atrocidades que vimos en Beslan nos dan el total derecho moral de insistir en que estas personas que están luchando contra Rusia son parte del terrorismo internacional», dijo a la prensa.

   Putin ha vinculado repetidamente los recientes ataques en Rusia, que concluyeron con la masacre de más de 330 personas en un colegio de la ciudad de Beslan, cerca de Chechenia, al terrorismo islámico internacional.

   En cambio, sus críticos aseguran que el terrorismo se debe a causas locales, incluida la corrupción, y al fracaso al buscar una solución política a los más de cinco años de guerra en Chechenia.

   El presidente ruso participó en una reunión de los líderes de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) que surgió tras la caída de la Unión Soviética, a la que sólo asistieron diez de los 12 presidentes.

   Pese a que hablaron sobre todo de la lucha contra el terrorismo, en una conferencia de prensa conjunta los 10 dejaron entrever las fuertes tensiones existentes, en particular entre Putin y el pro-occidental presidente georgiano Mijail Saakashvili.

   Saakashvili arremetió contra Putin por el apoyo de Moscú a las repúblicas georgianas separatistas de Osetia del Sur y Abjasia.

   «Rusia puede y debería desempeñar un papel positivo en la solución de todos los conflictos postsoviéticos incluido» el de Georgia, dijo Saakashvili.

   Georgia, que acusa a Rusia de alentar el separatismo en sus antiguos estados satélite para debilitar a Tiflis, dice que esta posición se contradice con la política de mano dura que Moscú realiza con los rebeldes pro-independentistas chechenos.

   El malestar de Georgia creció el mes pasado después de la reunión de Putin con el autoproclamado primer ministro de Abjasia antes de la polémica elección de la república separatista.

   La situación empeoró después de que Rusia restableció el tráfico ferroviario entre Moscú y Abjasia tras 12 años de interrupción.

   Putin quiere evitar que Saakashvili lleve a cabo su política de reunir a su fracturado país.

   «Un bloqueo económico, sin mencionar la presión militar, no resuelve los problemas», dijo el presidente georgiano.

   Tras 18 meses de ostentar la presidencia de la CEI, Ucrania pasó el testigo a Rusia en este encuentro celebrado en un gran palacio construido por el presidente kazajo, Nursultan Nazarbayev, en Astana, la capital de Kazajstán.

   Pero las tensiones no sólo son con Rusia. El presidente uzbeko, Islam Karimov, acusó a sus vecinos centroasiáticos de ser poco duros con los grupos responsables de los últimos ataques terroristas en Uzbekistán que han dejado docenas de muertos.

   Sin embargo, los presidentes de Armenia y Azerbaiyán, Robert Kocharian e Ilham Aliyev, respectivamente, cuyos países se habían mantenido distantes desde la guerra en los años 1990, aprovecharon para hablar y prometieron mantener el diálogo.

   El presidente de Turkmenistán, Saparmurat Niyazov, declinó asistir a la reunión debido a una cita médica, mientras el moldavo Vladimir Voronin justificó su ausencia por la ineficacia de este órgano.

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