Pyme: forzadas a la informalidad

Pyme: forzadas a la informalidad

Las pequeñas y medianas empresas son para la economía lo que las células son para el tejido viviente. Ámbas-pyme y células- aportan una función vital,  pero en la misma medida reclaman atención de primera clase. En nuestro país, sin embargo, las pyme están forzadas a permanecer en la informalidad, que es una especie de clandestinidad en el orden fiscal y en cuanto a prestaciones sociales de primer orden en el mundo moderno. Aportan a la economía pero reciben muy poco de ella.

Su papel de primer orden como generadoras de fuentes de empleo y de ingreso para la familia, contrasta con su imposibilidad de ofrecer a sus trabajadores las prestaciones sociales que garantiza la economía formal. Y sus innegables aportes al PIB y al desempeño general de la economía contrasta, a su vez, con las dificultades que enfrentan las pyme para tener acceso a las ventanillas financieras para obtener créditos para sus necesidades. Se las fuerzas a ser sujetos de débito, pero se las aleja  del crédito.

Por todo lo anterior, son razonables las aspiraciones de la Confederación Patronal de la República Dominicana, de que se creen las condiciones para que las pyme puedan cotizar para la Seguridad Social y hacer aportes en el aspecto fiscal. Hay que trabajar para lograr que  la pequeña y mediana empresa deje de estar confinada a la condición de informalidad.

Tierra: nuestro único hábitat

El Día Mundial de la Tierra transcurrió ayer en  medio de la retórica de los llamados a preservar el medio ambiente y los recursos que sustentan la vida, y la reafirmada resistencia de las potencias industriales a disminuir las emisiones de gases de invernadero. La conmemoración fue una iniciativa del senador estadounidense Gaylord Nelson, quien en 1970 instauró este día para crear conciencia común sobre  la superpoblación, la contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones afines.

Nuestro país tiene muchas asignaturas pendientes en el ámbito de la preservación de la calidad del ambiente. Las responsabilidades van más allá de las declaraciones y actos públicos conmemorativos, pues cada día somos menos amigables con el ambiente. Actuamos como si fuese posible cambiar de planeta cuando las condiciones en este hagan imposible la vida.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas