Qué se dice
Aliados

<p><strong>Qué se dice<br/></strong>Aliados</p>

Como una imagen dice más que mil palabras poco habría que agregar a la fotografía que el pasado martes publicaron en sus primeras planas por lo menos tres de los principales periódicos de circulación nacional, en la que aparecen varios pacientes acostados en el piso de un pasillo del hospital Darío Contreras a la espera de una cama en la Unidad de Cuidados Intensivos, a no ser para señalar que conmovió (¿o vale decir disgustó?) de tal manera a las autoridades que ayer mismo, en una rueda de prensa convocada por el secretario de Salud Pública, el doctor Bautista Roja Gómez, se anunció el reinicio de los trabajos de ampliación de las áreas de Emergencia y Cuidados Intensivos de ese centro asistencial, paralizados desde hace varios años.

Muchos dolores de cabeza sufrió -y muchos piques también- doña Alejandrina Germán con la gran cantidad de reportajes que publicó a lo largo del pasado año este diario dando cuenta del deplorable estado de tantas escuelas a todo lo largo y ancho de la geografía nacional, para finalmente reconocer que sirvieron al menos para sensibilizar al Poder Ejecutivo de la imperiosa necesidad de asignar mayores recursos a la cartera educativa en el presupuesto del 2007, pues al fin y al cabo los medios y sus denuncias son un excelente aliado de los funcionarios que van a los cargos a resolver problemas.

El fumigador

Al César lo que es del César. El mayor general Bernardo Santana Páez ha dado sobradas demostraciones de que está sinceramente empeñado en cambiarle el rostro a la Policía Nacional, modernizarla y profesionalizar a sus agentes, en un esfuerzo por convertirla en un instrumento eficaz de vigilancia y protección de las vidas y bienes de las ciudadanos y ciudadanas de este país. Por eso ha causado extrañeza la versión, extraída del informe de la Procuraduría General de la República sobre la muerte del fiscal de Sosúa Teódulo Ceballos Peñaló, de que el jefe de la Policía Científica de la Región Norte manejó de manera poco profesional la recolección de evidencias en la escena del crimen, pero más extrañeza causa la versión periodística de que Santana Páez se niega a opinar sobre el hecho de haber nombrado un “fumigador”, como se ha señalado con el evidente propósito de echarle una vaina, al frente de un departamento tan importante, como si ese oficio fuese incompatible con el de un investigador de amplísima experiencia como es el caso del canadiense Sylvain Fontaine, acumulada a lo largo de 24 años de servicio en la policía de Montreal, Canadá, y quien acaba de renunciar disgustado con lo que se dice sobre su trabajo en el susodicho informe.

Los dueños al ataque

  Cada vez que las federaciones de transporte de pasajeros anuncian un aumento de pasajes se produce, por eso que algunos llaman la lógica de los acontecimientos, la consabida reacción de advertencia de parte de las autoridades competentes, en este caso de la Oficina Técnica del Transporte Terrestre (OTTT), sobre la ilegalidad de la decisión. Esa misma lógica de los acontecimientos indica que, independientemente de las inútiles bravuconadas de Germán Peña Guadalupe tras el anuncio de que se producirán aumentos en los pasajes a partir del próximo lunes, ese aumento se producirá si así lo deciden quienes han sido llamados, con toda propiedad, los Dueños del País. Tan sencillo como eso.

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