Qué se dice
Bajando línea

<p><strong>Qué se dice<br/></strong>Bajando línea</p>

Reinaldo Pared Pérez, presidente del Senado y secretario general del PLD, recordaba ayer a los diputados y senadores de su partido que el Comité Político, la instancia indicada para bajarle línea a los legisladores de la organización, decidió en su última reunión aprobar la llevada y traída Rectificación Fiscal.

Las cosas, sin embargo, no son tan sencillas como pedirle a los diputados y senadores peledeístas que alcen dócilmente lo mano y pronuncien un sonoro “corroboro” cuando alguno de sus colegas sugiera aprobar la pieza sin variarle una coma o siquiera leerla, por lo menos no lo creen así los diputados peledeístas Miguel Bejarán y Domingo Colón, representantes de Montecristi y Valverde, respectivamente, quienes consideran un abuso y una muestra de insensibilidad eliminar los incentivos a las empresas instaladas en la frontera y a los polos turísticos en desarrollo. “Si votamos en contra de esos incentivos, no podemos volver a la frontera. Si votamos en contra de los que nos respaldaron, ¿conqué cara volvemos allá?” He ahí una interesante pregunta que ojalá puedan responder en el máximo organismo de dirección peledeísta.

Señales confusas

  Puede que, ciertamente, las denuncias de corrupción del doctor Antonio Lockward Artiles, el recién destutanado secretario de la JCE, hayan creado un ambiente de trabajo insostenible en el tribunal de comicios, que su presencia allí, tras las graves acusaciones contra el doctor Roberto Brito, resultase intolerable y hasta ofensiva, pero siempre ha de suponerse que la credibilidad del tribunal y sus integrantes es mucho más importante que un clima laboral armonioso pues de ella depende que se respeten sus decisiones. La decisión de los miembros del pleno de la JCE de sacar de circulación a un funcionario que hace una denuncia tan grave, que ni siquiera se dignaron escuchar, envía señales confusas a una opinión pública que sigue atentamente todo cuanto allí ocurre, pues más de uno interpretará esa cancelación como una forma de echarle tierra a lo que huele mal en el tribunal de comicios, en vez de indagar qué provoca el mal olor. Lo peor del caso es que ni la salida del denunciante de la JCE ni la decisión de sus miembros de ignorar la gravedad de lo denunciado y sus implicaciones garantizan que cesarán los cuestionamientos al tribunal, pues el cancelado funcionario es famoso por su perseverancia y sobre todo la vehemencia conque asume sus causas.

Cuquiando las avispas

  Al rector de la UASD, Roberto Reyna, parece que le gustan los enfrentamientos y encontronazos que de cuando en cuando tiene con los gremios de profesores y empleados de la academia, siempre al acecho de cualquier pifia que cometa para hacerle la vida imposible, pues a menos de un mes de haber logrado la paz en la familia universitaria contrata los servicios de una compañía de asesoría de imagen y relaciones públicas con la encomienda de sacar a la luz pública las bondades de la gestión que encabeza, como si en la UASD no hubiera un departamento de relaciones públicas casualmente llamado a cumplir con esa función. Una de las cosas que los gremios le critican a Reyna es precisamente su proclividad a los gastos superfluos, por lo que contratar a una empresa fuera de la universidad les dará nuevos motivos para alborotar el avispero en el que han convertido a la más vieja universidad del Nuevo Mundo.

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