Qué se dice
Deserción

<p><strong>Qué se dice<br/></strong>Deserción</p>

Ahora resulta que el decreto presidencial que regula la venta y uso de los fuegos artificiales vino al mundo con un terrible defecto de nacimiento: no asigna a ninguna institución concreta la responsabilidad de algo tan fundamental como lo es velar por su estricto cumplimiento.

Por lo menos eso dice el director del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), Juan Manuel Méndez, quien lo soltó como si tal cosa en medio de una rueda de prensa con la intención de remarcar el hecho insólito de que a partir de su emisión el organismo no tiene nada que ver con fuegos artificiales ni las regulaciones sobre su venta y uso como ha venido haciendo hasta ahora. Si las cosas son como las pinta el funcionario es evidente que estamos ante una peligrosa laguna que urge subsanar aun sea recurriendo a otro decreto que defina con mayor claridad ese aspecto en particular, en lugar de  interpretar esa carencia tan al pie de la letra que parezca —como al efecto— que la gente del COE deserta de sus responsabilidades en el momento menos adecuado.

El espejo

 Mal de muchos consuelo de tontos, sentencia un viejo y conocido refrán, consuelo que en este caso en particular no solo sirve para recordarle al peledeísmo que sus querellas intestinas son parte del sino fatal de la partidocracia dominicana, sino que ha venido también a desviar de manera conveniente y oportuna los atentos ojos de la opinión pública de las garatas entre danilistas y leonelistas para concentrarlos en el revuelto PRD de siempre y la celebración de su convención. Mirarse en ese espejo, sin embargo, puede ser lo mejor que le ocurra a la dirigencia peledeísta si lo utiliza como el revulsivo que tanta falta les está haciendo, siempre y cuando —desde luego- esté interesada todavía en poner a salvo el legado del profesor Juan Bosch del proceso de perredeización que corroe sus estructuras y envilece la naturaleza de sus disputas internas.

La respuesta

 Como era de esperarse en un funcionario que siempre tiene puesta la ropa de pelear el licenciado Vicente Bengoa no ha tardado ni 24 horas en devolverle la pelota al director de Información, Prensa y Publicidad del Palacio Nacional, Rafael Núñez, quien lo mandara a callar públicamente por sus críticas a la política de comunicación del Gobierno y la forma en que ha manejado frente a la opinión pública el tema de la rectificación fiscal. “Rafael Núñez no tiene ni jerarquía ni categoría para mandarme a callar”, respondió el funcionario cuando los periodistas le pidieron su reacción a la andanada del vocero presidencial, y aunque aseguró no querer enredarse en una polémica pública con el vocero palaciego dijo desconocer que este fuera el estratega de comunicación del gobierno. Con razón dicen por ahí que quien habla de lo que no debe termina escuchando lo que no quiere.

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