Qué se dice
Nuevas promesas

<p><strong>Qué se dice<br/></strong>Nuevas promesas</p>

Dentro de poco los residentes de los sectores beneficiarios de Barrio Seguro podrán considerarse ciudadanos privilegiados, pues no solo disfrutarán de la relativa tranquilidad y el sosiego que ha llevado a sus comunidades la aplicación del programa contra la delincuencia sino que también podrán optar por créditos para las micro y las pequeñas empresas que deseen desarrollarse en cualquiera de los 49 sectores intervenidos por las autoridades, al igual que de becas para los estudiantes más sobresalientes.

El doctor Franklyn Almeyda Rancier, secretario de Interior y Policía, explicó que serán los dirigentes comunitarios los responsables de seleccionar los beneficiarios de esos préstamos, que alcanzarán montos de hasta 50 mil pesos. Tanta belleza anunciada, sin embargo, ha llevado a muchos dirigentes comunitarios a recordar cómo al inicio de la aplicación de Barrio Seguro en Capotillo y otros sectores se les ofreció de todo, desde la rehabilitación de cañadas hasta la construcción de un politécnico, y todavía siguen esperando que se cumplan aquellas lejanas promesas. ¿Volverán a ilusionarlos para volverlos a dejar enganchados?

Marcando distancia

  No bien ha bajado los estribos del gobierno cuando vemos al licenciado Danilo Medina, el renunciante secretario de la Presidencia, iniciar el desmarque del gobierno del presidente doctor Leonel Fernández y sus políticas, sobre todo del combatido proyecto de rectificación fiscal, como hay que interpretar su consejo al mandatario de que escuche a los sectores que serán perjudicados con la rectificación fiscal antes de tomar una decisión, o sus veladas críticas a la política de gastos del gobierno. Habrá quien advierta poca nobleza en su gesto de abandonar el barco cuando se avecina una fuerte tormenta, falta de nobleza que ya le están echando en cara los seguidores del presidente Fernández, pero ya el paso está dado y, fruto de la desesperación o producto de un ejercicio de realismo político, no parece haber vuelta atrás. Que se prepare entonces el gobierno para lidiar con el “frente interno”, sus implicaciones y consecuencias, en que devendrá inevitablemente el danilismo, que al igual que el eslogan favorito de la administración peledeísta e’palante que va.

A la espera

  La Suprema Corte de Justicia sigue a la espera de las pruebas que debe aportar el fiscal del Distrito Nacional, el doctor José Manuel Hernández Peguero, sobre las vinculaciones de algunos jueces de instrucción con el narcotráfico, luego de que el pleno del tribunal emplazara al funcionario en el entendido de que ese tipo de denuncias, hechas sin aportar las pruebas que las sustenten, hacen mucho daño a la justicia dominicana. Y como Hernández Peguero aceptó el reto de aportar esas pruebas, lo menos que puede esperarse es que más temprano que tarde las remita a nuestro más alto tribunal de justicia. De lo contrario, le habrá hecho un gran daño, por demás gratuito, a los jueces señalados con su dedo acusador, daño solo superado por los perjuicios que acarrearía para su propia credibilidad y la del cargo público que ostenta no sustentar de manera convincente las graves acusaciones formuladas contra esos magistrados.

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