Qué se dice
Trapos sucios

<p><strong>Qué se dice<br/></strong>Trapos sucios</p>

 La doctora Aura Celeste Fernández habla de distorsiones y privilegios detectados en la nómina, al extremo de que había familias enteras trabajando en un mismo departamento, mientras el doctor Julio César Castaños Guzmán, su presidente, asegura haber puesto fin al dispendio y la francachela que imperaban en el organismo.

 Todo eso en medio del escándalo que ha provocado el descubrimiento de una “mafia”, en la que estarían involucrados empleados del tribunal de comicios, dedicada a emitir duplicados de cédulas a extranjeros y supuestos narcotraficantes. El cambio de jueces en la Junta Central Electoral ha sacado a relucir, inesperadamente, un montón de trapos sucios, tantos que resulta difícil creer que sus anteriores jueces, por acción u omisión, propiciaran manejos tan poco delicados. Y algo más increíble todavía: que se les haya premiado, como al efecto, con una jugosa pensión por los valiosos servicios prestados a la administración pública. ¡Qué país tan especial!

Lógica política
Según los que presumen de estar al día de los tejemanejes de la política vernácula, de los amarres, pactos y alianzas que se cocinan a fuego lento de cara a las elecciones presidenciales del 2008, la decisión de la dirigencia perredeísta de respaldar las aspiraciones de Amable Aristy Castro de continuar, por tercer período consecutivo, al frente de la Liga Municipal Dominicana, tiene una explicación muy sencilla: dejar las puertas abiertas a un acuerdo electoral con los reformistas, resucitando la Alianza Rosada que los llevó unidos a las pasadas elecciones congresionales y municipales. Menos sencillo de explicar, sin embargo, es el mecanismo mediante el cual la dirigencia perredeísta obligará a Aristy Castro a cumplir con su parte del trato, o porqué en medio de esos espontáneos anuncios de respaldo al astuto político higüeyano se destapa Quique Antún declarando a los cuatro vientos, sin que nadie le haya preguntado, que las puertas del PRSC están desde ahora cerradas para una eventual alianza con el PRD y el PLD. Dicen que en política hay cosas que se ven y cosas que no se ven, pero también a las que la falta un poco de lógica.

Principio de autoridad
La demostración de fuerza que han dado los transportistas con su “calentamiento” de ayer en la mañana, que dejó a miles de pasajeros varados y trastornó el inicio de la semana laboral a cientos de empresas, debe poner a pensar al gobierno, que se debate entre acceder al chantaje de los transportistas dejándolos circular por nuestras calles al margen de la ley o encontrar la manera de neutralizar los trastornadores efectos de esos paros, dirigidos y coordinados por verdaderos profesionales del desorden. Cualquiera diría que con invocar el principio de autoridad que debe hacer prevalecer el gobierno el problema está resuelto, que basta con obligar a esos transportistas a comprender que la ley es igual para todos, pero ocurre que ese principio de autoridad ha sufrido un deterioro tan grande, precisamente por su manifiesta y reiterada debilidad frente a los chantajes de choferes y transportistas, que muy pocos ciudadanos confían en que será el gobierno quien los proteja de sus desmanes.

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