Transcurren 60 años del 25 noviembre de 1960, día en que las activistas políticas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal fueron asesinadas por un sistema tiránico que ejercía su poder desmedido sobre cada persona y ente de la República Dominicana, y que -encabezado por Rafael Leonidas Trujillo- oprimía todas las libertades.

Un crimen político atroz, propio de esbirros, tal como lo expresaría en una Oda la poeta Carmen Natalia (1917-1976: «el ojo de la bestia les siguió la pisada. Ojo y plomo a la espalda, como hacen los cobardes».

Si bien con su martirio, las hermanas Mirabal conmocionaron a la ensimismada sociedad de la época, despertándola del ostracismo y envalentonándola para la construcción de la democracia plena, también el símbolo del fatal asesinato de «las mariposas de Ojo de Agua» continúa mostrando el cúmulo de desigualdades y violencias, retrocesos en los derechos fundamentales, y desprotección de mujeres y niñas. Sin dudas, el punto de eclosión son los fatales feminicidios.

Es decir, aún transcurridas seis décadas, arribamos a este 25 de noviembre horrorizadas, repletas de lamentos y tristezas provocadas, también, por las deudas sociales que retardan la igualdad, la equidad y el respeto a una vida libre de violencias.

Viviremos un nuevo 25 de noviembre carente de protección real y total para las mujeres víctimas de violencias, sus hijos e hijas; ante un sistema de atención prácticamente inexistente, y pocos esfuerzos para que quienes lo integran desaprendan la carga de estereotipos que existen contra las mujeres.

Este será un 25 de noviembre sin un renovado y actualizado Código Penal que incluya el justo derecho de la salud obstétrica y la despenalización del aborto en las tres causales.
«Mas, ya nardo no es nardo, pues que se ha vuelto Piedra. /Piedra el enhiesto puño.

Piedra la frente alta. / Piedra el pecho y los ojos y la boca sin lengua. /Las Mirabal cayeron para (volverse eternas)»… premonición de Carmen Natalia Martínez Bonilla de que se continuará vindicando para que lleguemos a un 25 de noviembre no solo haciendo memoria a Patria, Minerva y María Teresa, también con un mejor presente para las mujeres y las niñas de todo el mundo.