Lo que preocupa a los bancos centrales del mundo de la actual inflación es que amenaza con contagiarse a los salarios, entrando en lo que se conoce como una espiral salarios-precios, lo que llevaría más presiones inflacionarias, como ocurrió en los años 70.
Este temor ha tomado fuerza en la medida en que la capacidad de negociación de los trabajadores se ha visto incrementada por las tensiones que ha dejado el covid en los mercados laborales, haciendo que la escasez de trabajadores ya se haga notoria en algunas economías y sectores.
Y ya se han dado a conocer cifras que preocupan.
Cifras
En el informe de empleo de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos conocido el viernes se recogía que el aumento de los ingresos medios por hora de los trabajadores estadounidenses en enero fue del 0,7% intermensual y del 5,7% interanual, niveles que amenazan con llevar aún más al alza una inflación que alcanza cotas no vistas desde comienzos de los 80.
Ante esa realidad la Reserva Federal viró el rumbo y en su reunión de diciembre constató que era hora de retirar el ‘ponche’ antes de que la ‘fiesta’ se animase más.
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Como reacción a los nuevos datos del mercado laboral, algunos operadores ya apuestan por una subida de 50 puntos básicos de golpe en la reunión de marzo y varios analistas, como Ethan Harris, de Bank of America, ven en el horizonte siete subidas de tipos este año y cuatro el que viene.
Algo similar ocurre en el Reino Unido, donde la tasa de paro ha caído al 4,1% acercándose a los niveles pre-pandemia, la escasez de trabajadores se hace patente en numerosos sectores (véase lo que pasó con los camioneros) y los salarios crecen un 4,9% interanual.
Aunque en Europa las alzas salariales no han sido significativas, en varios países se han producido aumentos de los salarios mínimos y se espera que en el presente año las presiones salariales se incrementen, impulsadas por una inflación que está en máximos históricos, elevándose hasta un 5,1% interanual en enero.
«El impacto de la subida del salario mínimo repercute, por supuesto, en la media, ya que generalmente también afecta a las categorías salariales superiores al mínimo», destacan los analistas de ING en una publicación del diario español El Economista.es, cuyo modelo matemático arroja subidas salariales de entre el 3 y el 3,5% en Europa este año.