Una causa común es la inflamación del tejido conectivo (fascia) que va desde el talón hasta la base de los dedos. Esto se conoce como «fascitis plantar». Puede hacer que le duela el talón también. El dolor suele ser peor después de estar activo, o cuando usted da los primeros pasos al levantarse cada mañana, o cuando se levanta de una silla después de estar sentado un rato.

Muchas cosas pueden provocar las fascitis plantar. A veces es un problema estructural: arcos que están muy altos, pies planos, o pies que están en un ángulo muy abierto o cerrado cuando usted camina. Calzado con suela demasiado fina, mal ajustados, o desgastados; o tacones muy altos también pueden contribuir. El ejercicio intenso, particularmente con calzado inadecuado, puede empeorar las cosas. También el sobrepeso, tener piernas de distinto largo (un problema común), ejercitar en superficies duras, o cualquier cosa que ejerza presión indebida en sus pies. El desgaste, en la medida que se envejece, también puede afectar los pies.

Trate con remedios caseros: primero, asegúrese de que sus zapatos son de su talla y tienen suelas que absorben el impacto. Trate con plataformas o plantillas adicionales que puede comprar en la farmacia. Evite los tacones altos. Utilice el calzado apropiado para hacer ejercicios. En lugar de correr o caminar, pruebe con la natación, una bicicleta estacionaria, o entrenamiento con pesas. O sencillamente, descanse durante uno o dos días. Dé masajes al arco de sus pies con los dedos. Trate de rodar el pie sobre una pelota de tenis, o una lata. Cuando disminuya el dolor, un ejercicio que puede ayudarlo a evitar que regrese es recoger canicas con los dedos del pie.

Si estas medidas no ayudan, y si el dolor se hace crónico, consulte un ortopédico, terapeuta u otro especialista relacionado. Pocas veces el dolor en el arco del pie es un síntoma de artritis u otro mal, y un médico puede descartarlo, o si lo es, tratarlo. Pudiera ser que usted descubriera que necesita plantillas y otro aditamento especial para sus zapatos. Estos últimos pueden corregir problemas mecánicos, como los pies que tienen a ir hacia adentro o afuera cuando camina, o piernas desiguales. WELLNESS LETTER

¿Embarazada? Puede tener sexo hasta el final

Hasta hace poco se relacionaba la práctica de sexo durante la última etapa del embarazo con partos prematuros. La razón era que los orgasmos y fluidos sexuales liberan oxitocina, que acelera la dilatación.

Pero un reciente estudio realizado por la Universidad de Carolina del Norte manifiesta que tener relaciones sexuales en la última fase de gestación (entre la semana 29 y 36) disminuye el riesgo de partos prematuros, aunque existe un subgrupo de mujeres a las que sí les puede suponer un riesgo. La investigación se realizó solicitando a mujeres embarazadas información de su vida sexual durante la gestación, después se cruzaron los datos con las mujeres que tuvieron un parto prematuro.

La conclusión: la actividad sexual durante la gestación es una forma de asegurar que ésta llegue a buen término. PREVENIR