El vicepresidente de la Fuerza Nacional Progresista, Pelegrín Castillo, indicó que se debe respaldar la postura del presidente Luis Abinader contra la petición de las Organización de las Naciones Undas (ONU), de parar la deportación masiva de haitianos.
«Hay que respaldar la posición del Presidente, al considerar inaceptable e irresponsable la posición de ese algo cargo de las Naciones Unidas», dijo Castillo, quien añadió que desde la República Dominicana se debe eliminar el «círculo perverso» de facilitar los factores de atracción que permiten que los haitianos vengan hacia este lado de la isla.
De su lado, el presidente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Federico Antún Batlle, Quique, dijo que le alegra la respuesta del primer mandatario de la nación. Además, indicó que en el país a los haitianos se les trata con respeto a los derechos humanos, a diferencia de otras naciones.
Le puede interesar: Consideran Dominicana toma medidas fuertes por Haití
Mientras, Cristina Lizardo, integrante del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), aseguró que la República Dominicana cuenta con autonomía y autoridad para fijar juicios de valores que puedan aceptar la soberanía de la nación.
En ese sentido, Lizardo acotó que el primer mandatario de la nación tiene el derecho de establecer una posición al respecto.
Se recuerda que Abinader, visiblemente molesto, dijo que la próxima semana se aumentarán las deportaciones de ilegales.
Las palabras del presidente dominicano llegan en respuesta al alto comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos, Volker Türk, quien pidió a la República Dominicana que detenga las deportaciones forzosas de haitianos a su país de origen.
Como ya hizo la semana pasada, Türk recordó a los países que la «incesante violencia armada y las sistemáticas violaciones de los derechos humanos en Haití no permiten actualmente el retorno seguro, digno y sostenible» de los haitianos a su país.
Además, el alto comisionado pidió a las autoridades dominicanas que acentúen sus esfuerzos para prevenir la xenofobia, la discriminación y todas las formas de intolerancia racial o étnica hacia los inmigrantes haitianos.