Que el 2016 sea el año de los derechos humanos

Que el 2016 sea el año de los derechos humanos

Millizen Uribe

Uno de los referentes claves de los sistemas democráticos es el respeto a los derechos humanos. Lamentablemente, este 2015 fue otro año en el que, para las grandes mayorías, en el país no hubo garantías en muchos de los derechos humanos fundamentales.

A vejaciones viejas como la inseguridad ciudadana, deteriorada por la creciente ola de criminalidad, la violencia en las calles, el sicariato, los intercambios de disparos y la corrupción, se suman unas más nuevas como el impedimento de la protesta social, visto en el afán de que no se formen las cadenas humanas contra la corrupción en la OISOE.

A esto se agrega lo denunciado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que en su informe de este año criticó los bajos salarios que reciben los trabajadores dominicanos.

De igual manera, vale resaltar poblaciones vulnerables como las mujeres, dado que este año la ola de feminicidios siguió en aumento y muchas murieron solo por el hecho de ser mujeres, los dominicanos de ascendencia haitiana y la comunidad LGBT, Lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros.

Sobre estos últimos, de acuerdo al informe del Observatorio de Derechos Humanos, hubo cuarenta casos de detenciones arbitrarias, así como manifestaciones de violencia y discriminación contra ellos.
En fin… los dominicanos y las dominicanas viven en un clima permanente de inseguridad en todos los aspectos de la vida cotidiana.

Hay males históricos como el suministro de energía inconstante e insuficiente para el normal desarrollo de la vida cotidiana en los hogares y las actividades de la empresas, el suministro de agua, que es de pésima calidad, y su distribución inequitativa, lo que refleja la injusticia social que reina en nuestro país y el sector salud, que este año vivió una profunda crisis económica y estructural.

De manera general, los servicios públicos son afectados por profundas deficiencias económicas y estructurales, y por la corrupción que reina en la administración pública.

De ahí, la esperanza de que como nación cada vez tomemos más conciencia de que todos y todas, por el simple hecho de ser humanos, tenemos derechos y libertades que ameritan ser cuidados, garantizados y respetados.

El Estado, a través de los gobiernos, tienen esta responsabilidad. Y ahora que entraremos en el clímax de la campaña electoral, vale recordar a los mejores postores que este es un compromiso histórico que aún está pendiente y que sólo cuando esto se cumpla viviremos en un real Estados Social Democrático y de Derecho. Ojalá así pueda ser en un 2016 que como todo nuevo año, llega cargado de esperanza.

Millizen Uribe

Millizen Uribe

Periodista. Editora del Periódico HOY Digital

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