Que el interés de la ADP no perjudique el interés de la sociedad. El país apenas reabre las escuelas para la docencia presencial después de dos años de ruinosa sustitución de la enseñanza convencional por clases a distancia que llevó casi a cero el rendimiento en los planteles públicos.
Y no bien se regresa a las aulas cuando el gremio de los profesores convoca para esta misma semana un plan de lucha por un aumento salarial de un 25% en adición a recientes incrementos significativos por ellos recibidos.
Es probable que la dirigencia de la Asociación Dominicana de Profesores interprete el sentir de muchos de sus miembros en reclamo de mayores ingresos aunque en nombre de dos millones de estudiantes que pasaron por el más largo período de vacíos de aprendizajes de la época moderna la prioridad sería recuperar el tiempo perdido.
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La legitimidad de demanda salarial tras haberse prestado excepcional atención a los aspectos de remuneración y formación profesional al personal docente bajo el 4% no está en discusión por lo mucho que siempre procede exigirles a los educadores y lo mucho que les corresponde hacer por la formación ciudadana.
Sin embargo, surge preocupación por la posibilidad de que la campaña anunciada contradiga la causa del estudiantado para el que debería verse como máxima prioridad el que no falte una sola hora de clases en los planteles este año y que prime el diálogo sin negar enseñanza. Evitar que las luchas magisteriales coloquen al estudiantado como carne de cañón.