Un motín realizado por haitianos que están en el Centro Vacacional de Haina puso en la palestra ese lugar la tarde de este miércoles, a tal punto que las autoridades tuvieron que movilizar agentes del Ejército de la República Dominicana y de otros organismos de seguridad del Estado.

La Dirección General de Migración (DGM) había manifestado que para «disuadir a los retenidos y evitar que sus ruidosos reclamos crearan una situación compleja», ejecutaron los protocolos propios de ese tipo de casos.

Pero, ¿qué es y para qué funcional el Centro Vacacional de Haina? El nombre correcto es Centro de Interdicción Migratoria Haina. El lugar, ubicado en dicho municipio de la provincia San Cristóbal, tiene dos salones para hombres, uno para mujeres, un área para niños para ser entregados al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, en inglés) y otra para los dominicanos que vienen repatriados.

Funciona bajo la DGM para el procesamiento de extranjeros que tienen un estatus irregular en el país. Y aunque el coordinador de los Derechos Humanos en Haina denunció que el motín respondió a las supuestas condiciones inhumanas en las que se encuentran los inmigrantes haitianos en ese recinto, en julio de 2024 el Gobierno dijo en un acto de entrega del nuevo centro que se trata de «un lugar más humano».

La nueva edificación que construyó el Gobierno fue reportada por un costo de más de 88 millones de pesos, y tiene, además, un salón multiuso para recibir a los dominicanos que llegan deportados de otros países. Allí los detenidos son depurados y quienes no tienen un proceso migratorio abierto en la DGM son enviados a su país de origen.

«Este Centro de Procesamiento de Interdicción Migratorio representa nuestro compromiso de justicia, legalidad y del debido respeto a los derechos humanos, tan anhelado por todos nosotros. Es un testimonio del esfuerzo colectivo, al administrar la migración de manera ordenada y segura, contribuyendo así al desarrollo y estabilidad de nuestra nación», manifestó el entonces director de Migración, Venancio Alcántara.