Lo que parecía «Crónica de una muerte anunciada», una vez más la utilización en el sistema electoral dominicano del denominado método D’Hondt o de escrutinio proporcional plurinominal, creado por el jurista belga Victor d’Hondt, para poder asignar los puestos en la elección de los diputados, ha generado extensas cuestionantes.

El mismo, consiste en sumar todos los votos alcanzados por los partidos políticos, siendo aquellas organizaciones políticas que tienen mayor cantidad a quienes se les adjudican los diputados.

Un ejemplo que podría arrojar luz es si, los aspirantes a diputados son cuatro pertenecientes a los partidos A, el cual logró 100 mil votos; las organizaciones B y C, que obtuvieron 50 mil en cada caso, entonces, al partido A le tocaría dos diputaciones, mientras al B y C uno para cada uno.

Cabe destacar que la fórmula electoral del método de D’Hondt establece un cálculo matemático para otorgar los puestos disponibles entre todos los candidatos a diputados concursantes, no solo entre los concursantes del partido triunfador.

El sistema D’Hondt exige un mínimo del 3% de la totalidad de los votos; los partidos que no lleguen a este porcentaje serán eliminados de la repartición de los escaños.

Este método se utiliza también en otros países como Argentina, Austria, Bulgaria, Chile, Croacia, España, Finlandia, Países Bajos, Paraguay, Polonia, Portugal, Venezuela , Guatemala, Rumania, Turquía, Colombia, entre otros.

Con la implementación de este método en las recién concluidas elecciones en República Dominicana, aspirantes como Pedro Jiménez, José Horacio, Luis Sánchez, y otros, quedaron fuera de sus nominaciones a pesar de obtener mayores votaciones que otros beneficiados por ese sistema de D’Hondt.