¿Qué es el primer nivel de atención y en qué lugar se ofrece?

¿Qué es el primer nivel de atención y en qué lugar se ofrece?

Si el dueño, Director Ejecutivo o cualquier otro funcionario superior o empleado de menor categoría de una prestigiosa empresa decide visitar a un médico especialista de renombre, ubicado en un hospital o clínica privada de las más afamadas, más bien por el elevado costo de sus servicios,  porque se siente con el cuerpo cortado desde el día anterior, acompañado de fiebre de 39 grados centígrados, estornudos frecuentes y frecuente mucosidad transparente por la nariz, y el prestigioso especialista después de examinarlo determina el diagnóstico de catarro común o proceso gripal, le indica calmantes para el malestar y fiebre; reposo para evitar contagiar a otras personas y tomar líquidos abundantes, sin restricción de dieta de ningún tipo, ese médico lo que ha realizado es una consulta de primer nivel de atención sin importar el lugar donde fue atendida esa persona.

Ese tipo de diagnóstico es el que ocupa alrededor del 80% de las consultas ambulatorias en cualquier país del mundo, y es llamada de primer nivel de atención porque no se utilizó ningún otro tipo de ayuda diagnóstica necesaria e imprescindible tal como rayos equis, pruebas de laboratorio y demás.  Ahora bien, en caso de que para hacer el diagnóstico o tratamiento se hubiera requerido mayor nivel de complejidad, entonces el paciente requeriría un segundo o tercer nivel de atención, de acuerdo a la gravedad o dificultad para el diagnóstico o manejo.

En estos momentos en que el gobierno habla incorrectamente de atención primaria en vez de primer nivel de atención como puerta de entrada a la seguridad social, lo que deben hacer las Aseguradoras de Riesgo de Salud, pública como el SENASA, mixta como Salud Segura  del IDSS, y las privadas, para que sus afiliados y profesionales de la salud actúen correctamente, sencillamente es supervisarlos.

Hay que supervisar que los afiliados no abusen de las consultas y exigencias de análisis innecesarios a través de los diversos procedimientos que deben poner en práctica para evitar tales abusos, al igual que a los médicos. Darle seguimiento a aquellos que se observen desviados del estándar de internamientos y procedimientos en relación al mismo número de pacientes que han sido vistos por otros colegas de su misma especialización, por ejemplo. Pero ojo, que la supervisión sea correcta y no la noticia aparecida de que un grupo de clínicas y pacientes engañaron al SENASA y esta institución no ha podido demostrarlo. Todo quedó como noticia, pero aprovecharon para reducir los beneficios amparados en esa impresionante noticia.

Además, para procurar que el Sistema de Seguridad Social sobreviva, tanto las instituciones del Estado como las privadas y mixtas, deben contribuir a la educación médica continua a través de talleres, cursos, simposios, congresos, etc. con la finalidad de entrenar al personal de salud a la eficiencia y eficacia con el menor costo.

Concomitantemente con estas medidas, hay que recordar que el nuevo paradigma de ambas leyes es la inclusión de la promoción y prevención en salud y las comunidades deben ser activas participantes de la conservación de su salud, al igual que educarlas de cuándo, cómo y dónde dirigirse en procura de atención de salud.  

Desde luego, para eso hay que aceptar como buenas y válidas las leyes vigentes de salud y seguridad social. Estudiarlas, comprenderlas, y no violarlas como ha hecho la rectoría del nuevo sistema nacional de salud que es el Ministerio de Salud y su rector el Ministro de Salud que debe ser el supervisor y responsable de todos y cada uno de los componentes del nuevo sistema y no actúa en consecuencia.  Me refiero al Ministerio de Salud como rectoría y el Ministro como rector.

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