Puerto Príncipe.- El presidente de Haití, Jovenel Moise, ha encontrado un culpable para la honda crisis que vive el país- el “sistema». Moise ha llamado a la población, que se manifiesta en las calles para exigir su renuncia desde hace cinco semanas, a unirse para combatir este sistema que, según sus palabras, “tiene guardianes, herederos y víctimas».
Pero, ¿qué es ese sistema que denuncia Moise y quiénes son sus beneficiarios?
Pobreza y desigualdad. En Haití, el país más pobre de América, la desigualdad social es flagrante. El 20 % más rico posee el 64 % de los ingresos del país y el 20% más pobre, menos del 1 %, según datos del Banco Mundial.
Como resultado, gran parte de la población vive en la pobreza extrema, mientras que unos pocos acaparan los recursos, dividiendo el país en “moun anwo” y “moun anba” (los de arriba y los de abajo, en creol).
Y la desigualdad es la base de un sistema “paralelo” que se ha traducido en una “epidemia de corrupción”, de la que participan “desde el Presidente de la República hasta el carcelero”, explica Darneley Gazemar, experto en finanzas internacionales.
“El problema es que los principales beneficiarios de este sistema paralelo siguen siendo los que tienen poder económico. Tienen la capacidad de influir en todas las decisiones importantes del Ejecutivo, el Parlamento y el poder Judicial. Hay que entender que la batalla política es una batalla económica y es donde se está jugando actualmente”, según Gazemar.
Los beneficiarios del sistema. La riqueza de Haití se concentra en manos de una élite económica integrada por unas pocas familias, en su mayoría de orígen árabe y francés, que tienen monopolios a todos los niveles y se benefician de contratos con el Estado en condiciones muy ventajosas.
Estas familias, entre ellos Deeb, Abdallah, Boulos, Mevs, Apaid, Acra, Bigio o Coles tienen el mayor número de empresas del país, eléctricas, importadoras o bancos; tienen una importante influencia en la política y algunos, incluso, son cónsules honorarios. –
¿Es Moise del sistem que denuncia? Muchas de estas familias ricas apoyaron a Jovenel Moise en las elecciones de 2016 y, según la oposición, gracias a este respaldo económico, tuvo mucho más dinero que todos los demás candidatos.
En las redes sociales, estos días circulan fotos de Moise posando junto a los empresarios de la élite económica del país que ahora ha puesto en el punto de mira. El propio Moise llegó a la política desde el sector empresarial, en el que dirigía una próspera empresa agrícola, Agritrans, que ha recibido subsidios del Estado y es sospechosa de haber recibido irregularmente fondos millonarios del programa petrolero Petrocaribe.
El experto Pierre Negaud Dupenor, profesor de Comunicación Social en la Universidad Estatal de Haití, cree que Moise es un actor principal del sistema y tiene en sus manos las claves del mismo. “No es por quejarse en la radio, en cada conferencia de prensa o en un discurso a la nación que el sistema colapsará. No. Es con acciones concretas, difíciles y valientes que lo lograremos”, afirma Dupenor.
¿Por qué Moise ataca el sistema ? Entre las familias de la élite económica, el inversor Reginald Boulos ha abandonado a Moise y ha exigido públicamente su partida. Desde el partido gobernante, Tèt Kale, han acusado a Boulos y a la familia Vorbe, que controla el sector eléctrico, de financiar las manifestaciones callejeras que exigen la renuncia de Jovenel Moise desde el pasado 16 de septiembre.
Pocos días después del discurso del presidente en el que habló del “sistema”, el Gobierno emitió citaciones a empresas privadas y anunció la revisión de contratos con el Estado, entre ellos llamó a los conglomerados como Haytrac, E-Power, HLS International y Sogener, este último propiedad de la familia Vorbe. El Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Comunicaciones y el Ministerio de Economía y Finanzas convocaron a Sogener, empresa que domina el sector eléctrico, a una reunión el próximo martes para discutir un contrato, con el objetivo de optimizar el suministro de energía eléctrica.
El pasado viernes, la Dirección General de la Oficina Nacional del Seguro de Vejez (ONA) anunció una revisión de los tipos de interés de los préstamos concedidos a inversiones comerciales que superen el umbral de 500.000 dólares, lo que afectará, entre otros, a la familia Boulos.