La anafilaxis es una reacción alérgica grave que puede afectar todo el cuerpo. Puede producir dificultades para respirar, pérdida del conocimiento e incluso la muerte. La anafilaxis es una situación de emergencia médica que requiere tratamiento médico inmediato y, más adelante, la atención de un alergista.
La anafilaxis puede ocurrir en algunas personas después de estar en contacto con una sustancia a la cual sean muy alérgicos, llamada alérgeno. Las sustancias más comunes que causan la anafilaxis son alimentos, medicamentos y picaduras de insectos. Se ha calculado que hasta el 15% de la población corre el riesgo de sufrir anafilaxis.
Mecanismos
La anafilaxis se desencadena de la misma forma que otras alergias: el sistema inmunológico, que sirve como defensa del organismo contra sustancias de potencial peligroso, como los gérmenes, reacciona excesivamente a una sustancia inofensiva (un alérgeno) y puede dañar al cuerpo. Como parte de la respuesta inmunológica, se producen proteínas llamadas anticuerpos, que pueden detectar y destruir invasores en el cuerpo. Un anticuerpo específico llamado Inmunoglobulina E, o IgE, es responsable de las reacciones adversas en las personas con alergias.
Cuando los alérgenos entran por primera vez al cuerpo de una persona predispuesta a las alergias, el sistema inmunológico produce los anticuerpos IgE específicos para el alérgeno. Los anticuerpos IgE se adhieren a la superficie de células llamadas mastocitos. La próxima vez que la persona alérgica entra en contacto con el alérgeno, el IgE lo identifica e inicia rápidamente la liberación de sustancias químicas -como la histamina- de los mastocitos. Estas potentes sustancias químicas causan los síntomas que se ven en las reacciones alérgicas y en la anafilaxis.
Síntomas
Esta es una lista de los posibles síntomas que pueden ocurrir, solos o en cualquier combinación:
Piel: urticaria, inflamación, picazón, calidez, enrojecimiento, salpullido.
Respiración: respiración sibilante, falta de aire, presión en la garganta, tos, ronquera, dolor y presión en el pecho, congestión nasal y síntomas similares a los de la fiebre del heno, dificultad para tragar.
Estómago: náuseas, dolor y calambres, vómitos, diarrea, picazón en la boca y en la garganta.
Circulación: color azul pálido, pulso débil, desmayo, mareos, baja presión arterial, shock.
Otros: ansiedad, sensación de final inminente, ojos rojos, con picazón y lagrimeo, dolor de cabeza, calambres en el útero.
Las reacciones suelen comenzar a minutos del contacto, pero se pueden retrasar. A veces los síntomas se resuelven, sólo para volver o progresar unas horas después. Los síntomas más peligrosos son baja presión arterial, dificultad para respirar, shock y pérdida del conocimiento, todos los cuales pueden ser mortales.
Hay diversas condiciones médicas que pueden confundirse con la anafilaxis, entre ellas los ataques cardíacos, los ataques de ansiedad, el ahogo y los ataques convulsivos. Si usted experimenta cualquier síntoma inusual, es de importancia vital buscar atención médica de inmediato para recibir un tratamiento urgente y determinar la causa de los síntomas.
Desencadenantes
Alimentos: Esencialmente cualquier alimento puede desencadenar una reacción alérgica, pero algunos de los más comunes que causan una anafilaxis severa son: los cacahuetes, las nueces de árboles (por ejemplo, nuez de nogal, nuez de la India, nuez del Brasil), los mariscos, los pescados, la leche y los huevos.
Picaduras de insectos
Medicamentos: Las terapias médicas como ciertos flúidos postoperatorios, vacunas, sangre y productos de sangre, tintes de radiocontraste, medicamentos para el dolor y otros fármacos pueden causar anafilaxis o reacciones anafilactoides.