GAZA.AFP. La franja de Gaza, dominada por los islamistas del Hamas, blanco desde el sábado de ataques aéreos israelíes, es un enclave pobre, superpoblado y devastado por la violencia, que junto con Cisjordania debería formar un futuro Estado palestino.

 En este pequeño territorio de 362 km2, situado junto al Mediterráneo, viven hacinados 1,5 millones de palestinos, una de las mayores densidades de habitantes del mundo.

 La situación económica y humana, que ya era mala, se degradó considerablemente desde que el Hamas (acrónimo en árabe del Movimiento de Resistencia Islámica) tomó el poder por la fuerza en junio de 2007, debido a las sanciones impuestas por Israel y a sus mortíferos ataques en represalia por los disparos de cohetes contra las localidades israelíes limítrofes.  Debido a la escasez de combustible son frecuentes los cortes de electricidad, que perturban el suministro de servicios fundamentales, mientras que la gasolina es racionada.

 La franja de Gaza, situada al sudoeste de Israel y limítrofe con Egipto, es una región costera de 45 km de largo y entre 6 y 10 km de ancho, desprovista de recursos naturales. Sufre una escasez crónica de agua y casi no tiene industria.

 Durante varias décadas, unos 8.000 colonos israelíes vivieron allí en 21 colonias, bajo la protección del ejército israelí, antes de la retirada unilateral del verano (boreal) de 2005.  Gaza, la principal base del Hamas, se había convertido desde marzo de 2006 en la sede de facto del gobierno palestino, dominado por el movimiento islamista después de su victoria electoral. La Autoridad Palestina está instalada en Ramala.