¿Qué es la medicina nuclear y para qué se utiliza?

¿Qué es la medicina nuclear y para qué se utiliza?

La medicina nuclear es la rama de la medicina que se encarga del diagnóstico y tratamiento de ciertas patologías utilizando isótopos radioactivos o radioisótopos. Estos radioisótopos se mezclan con diferentes fármacos según el órgano o sistema a explorar.
A esta combinación la llamamos radiofármaco y se aplica al paciente por diferentes vías, siendo la endovenosa la más común. Una vez dentro del organismo, el radiofármaco se incorpora en el funcionamiento del órgano o sistema a explorar, y luego podemos adquirir imágenes con un equipo detector de radiación gamma llamado gammacámara.
A diferencia de la radiología, las imágenes obtenidas por gammagrafía son funcionales, es decir que muestran como están funcionando los órganos y sistemas explorados y revelan alteraciones a un nivel molecular. Entre las gammagrafías encontramos:

1- Gammagrafía de tiroides. Nos permite valorar tanto la morfología como la función glandular. Útil para el diagnóstico de bocios simples y nodulares, hipertiroidismo, hipotiroidismo, agenesia de tiroides, quiste tirogloso, tiroides ectópica e intratorácica, tiroiditis. Podemos distinguir cuáles nódulos son sugestivos de malignidad y recomendar una punción-biopsia.

2- Gammagrafía de paratiroides. Se utiliza en pacientes con hiperparatiroidismo para detectar hiperplasia y adenomas de paratiroides.

3- Gammagrafía o scan óseo. Su principal aplicación es la búsqueda de metástasis óseas en pacientes con cánceres primarios ya conocidos, principalmente de mama, próstata y pulmón. Sirve además para monitorear la respuesta a la quimioterapia y a la radioterapia. También permite diagnosticar tumores óseos primarios, osteomielitis, sacro-ileítis, fracturas, celulitis, artritis séptica, necrosis avasculares, osteoartritis, valoración de prótesis de cadera y rodilla, etc.

4- Gammagrafía para infección con ubiquicidina. Muy útil para localizar focos de infección en el organismo.

5- Gammagrafía renal. Es el único estudio que permite valorar la perfusión y la función de cada riñón por separado. Útil en el estudio de insuficiencia renal, patologías obstructivas, hidronefrosis, reflujo vésico-ureteral, riñones ectópicos, hipertensión renovascular, trasplantes renales, etc.

6- Gammagrafía o scan de perfusión pulmonar. Permite diagnosticar tromboembolismo pulmonar.

7- Gammagrafía de vías biliares. Permite diagnosticar obstrucciones de las vías biliares, colecistitis aguda y crónica, atresia de vías biliares…

8- Gammagrafía hepatoesplénica. Es para valorar masas hepáticas cuando una TAC esté contraindicada, (en pacientes con alergias al medio de contaste o con insuficiencia renal). Se utiliza para el diagnosticar esplenosis, remanente esplénico o infarto esplénico, etc.

9- Gammagrafía para sangrado gastro-intestinal. Útil para la localización de sangrados gastrointestinales bajos.

10- SPECT cardíaco o scan de perfusión miocárdica. Permite valorar la perfusión miocárdica y detectar infartos e isquemias del miocardio. Podemos apreciar el tamaño de las cavidades ventriculares, valorar el movimiento de las paredes del ventrículo izquierdo y calcular la fracción de eyección.

11- MUGA o ventriculografía isotópica. Permite calcular la fracción de eyección del ventrículo izquierdo en pacientes oncológicos sometidos a quimioterapia.

12- Rastreo corporal con yodo radioactivo. Útil para valorar pacientes con tiroidectomías por un carcinoma diferenciado de tiroides. Permite encontrar recidiva o restos de tejido tiroideo post-tiroidectomía, metástasis regionales y/o a distancia.

13- Rastreo corporal con galio. Útil para localizar tumores, procesos inflamatorios e infecciosos en el organismo.

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