El papa Francisco ha desarrollado una neumonía en ambos pulmones y su estado sigue siendo «complejo», según las informaciones más recientes del Vaticano.
El pontífice, de 88 años, sufre una infección respiratoria desde hace ya más de una semana y por ello fue ingresado el viernes en el hospital Gemelli de Roma.
«La tomografía computarizada de tórax a la que se sometió el Santo Padre (…) demostró la aparición de una neumonía bilateral, que requirió tratamiento farmacológico adicional», dijo el Vaticano.
Y añadió que las pruebas de laboratorio, la radiografía de tórax y el estado clínico del Papa «siguen presentando un cuadro complejo».
Pero ¿qué es exactamente una neumonía bilateral y quiénes son más susceptibles a padecer esta enfermedad?
La neumonía es una infección que inflama los sacos aéreos de los pulmones. Los sacos aéreos se pueden llenar de líquido o pus, y esto da lugar a una serie de síntomas como tos con flema o pus, fiebre, escalofríos, dolor corporal, confusión y dificultad para respirar.
Diversos microrganismos -como bacterias, virus y hongos- pueden provocar neumonía.
El término bilateral significa, simplemente, que la infección se encuentra no en uno sino en ambos pulmones.
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Pero que la infección esté localizada en ambos pulmones no significa necesariamente que sea más severa, señalan los investigadores Brian Oliver y Ming Feng, ambos de la Universidad Tecnológica de Sídney, Australia, en un artículo publicado en The Conversation.
Sin embargo, en el caso del Papa entran en juego otros factores como su edad y su historia clínica.
¿Cómo se diagnostica y quiénes son más propensos a desarrollar neumonía?
Cuando el médico sospecha –tras hacer un examen físico del paciente- que está frente a un caso de neumonía, puede ordenar una prueba de sangre para confirmar la infección y para tratar de identificar el organismo que la causa, aunque esto no siempre es posible, explica el sitio online de la Clínica Mayo, una institución de excelencia sanitaria en Estados Unidos.
También se recomienda hacer una placa de rayos X para localizar la infección así como una toma de muestras de los pulmones mediante una prueba de esputo o un frotis, a fin de identificar la fuente infecciosa.
Suele medirse también el nivel de oxígeno en sangre con un oxímetro, dado que la neumonía puede impedir que los pulmones transporten suficiente oxígeno al torrente sanguíneo.
La neumonía puede llegar a ser grave en cualquier persona. Sin embargo, en alguien de una edad tan avanzada como la del Papa, el riesgo es mucho mayor.
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¿Cómo se trata?
La neumonía puede tratarse con antibióticos para atajar la causa bacteriana de la infección o con antivirales para combatir una infección viral.
Si la infección está causada por varias bacterias, se le puede suministrar al paciente un antibiótico de amplio espectro.
En cambio, si la infección es viral es más difícil de tratar, ya que los fármacos antivirales disponibles no son muy eficaces ni específicos.
En el hospital, los pacientes internados con neumonía también suelen recibir líquidos y oxígeno.
La fisioterapia también puede servir para ayudar a los pacientes a eliminar los líquidos que se acumulan en los pulmones, sobre en los casos en lo que no tienen mucha movilidad.
Como señaló anteriormente el Vaticano, la infección respiratoria inicial del Papa es «polimicrobiana», lo que significa que está causada por una combinación de patógenos.
Por ello, su tratamiento es más complejo y está recibiendo antibióticos y corticosteroides.