Estamos a la puerta de nuevas elecciones. Durante tres meses  viviremos la fiesta “de los cuartos” y las pugnas de una clase política que participa en ella para beneficiarse, o representando, a cambio de dinero, algún grupo de poder que quiere tener un incondicional en una posición desde la cual pueda servir sus intereses.

Los organismos internacionales, por las recetas impuestas por las grandes potencias para enfrentar la gran crisis económica internacional, le han aflojado dinero a borbotones al Gobierno sin exigir los condicionamientos que acostumbran en situaciones normales. Pero los contrincantes son también aparatos millonarios, y de millonarios, y saben que cualquier cuota de poder en este sistema podrido, es retribuida en negocios a costa del bien público.

Basta leer los titulares para identificar la podredumbre que se esconde detrás de cada pugna por una candidatura.

Lo central es que el país carece de una alternativa política, y por lo tanto, las elecciones son tan sólo un mecanismo para que una parte importante de la población “se la busque”, sirviéndole a algún candidato o candidata, que manejan en su casi totalidad, una gran cantidad de dinero sacado de las costillas de los contribuyentes.

El comercio se activa, la violencia estalla en múltiples localidades donde las pasiones y “los cuerpos de choque” pagados entran en conflicto, y finalmente, después de unos días de tensión y de “concertaciones” mediadas por don Agripino, todo vuelve a su normalidad, y el país sigue la pendiente hacia el desastre que se nos viene imponiendo desde años.

¿Qué es lo nuevo y promisorio? Uno: Que bajo la férrea y firme voluntad de un grupo de hombres y mujeres que se han unificado alrededor de la Alianza-País y del liderazgo en formación de Guillermo Moreno, se está conformando una organización nacional, que recorre el país en búsqueda del consentimiento de más de 100 mil ciudadanos y ciudadanas que apoyen su reconocimiento electoral, con un programa en construcción, que bajo la bandera de seriedad, equidad, castigo a los culpables, transparencia y participación consciente de la ciudadanía,  ya ha cubierto más del 75% de las provincias del país, planteándose completar la totalidad en los próximos dos meses.

Y dos: Que existen contadas localidades donde se han conformado candidaturas independientes bajo el manto de MIUCA-Acción por el Cambio, que si logran ligarse al segmento más avanzado de la sociedad, podrían constituir una reserva de esa Alternativa Política por construir.

Esto es lo nuevo. Tantas frustraciones y desesperanzas, podrían volcarse alrededor de Alianza-País y de las corrientes locales que puedan surgir, para constituir una poderosa propuesta política, que cambie el panorama de la Republica Dominicana.