¿Qué es lo que va a pasar?

¿Qué es lo que va a pasar?

NUEVA YORK. Se está regando, en la Dominicana tierra, un temor sobre el futuro inmediato del país. Ese temor afecta a los que están arriba, y abajo; a los del gobierno, y a los de los otros sectores.[tend]

Da la impresión el Palacio Nacional se encarga de que así parezca que el control nacional se le está yendo de las manos al Poder Ejecutivo y que si la situación sigue en ese tenor, puede que el caos se asome en muchos niveles del país. Y la desesperanza se anida en pechos de pobres, ricos y menesterosos.

La función del gobierno, entre otras cosas, es la defenderse. Y aunque en ocasiones no le queda más remedio que el aceptar en parte las calamidades económicas que vapulean al dominicano, la mayoría de las veces dice que no es como lo dicen los otros, sino como lo dice el gobierno, que «sabe lo que hace» en bien del país.

Mas cualquier observador de la situación conoce que esas afirmaciones son «para confundir al enemigo» y ganar tiempo, a ver de qué rama se agarran, para evitar una caída estrepitosa.

El meneo de la reelección tiene unos gastos extraordinarios, gastos que según quienes están en la cercanía de ese movimiento, los cubren con lo poco que hay en la Alcancía Nacional, cual si fuera cosa de interés del estado y no de los alabarderos reeleccionistas.

Porque la reelección, en el cuerpo social del país, y en el mismo Partido Revolucionario Dominicano (PRD) se ha manifestado como «un nacío ciego» que está a punto de reventar, y muchos de los que están en la cercanía del proceso, como es el caso de algunos legisladores del perredeismo, comienzan a alejarse del centro para evitar, quizás, que el pus del descrédito político les afecte en aspiraciones futuras, cuando «el nacío» reviente.

Hasta nuestra mesa de trabajo llegan muchas opiniones sobre la situación dominicana. La mayoría, son quejosas sobre cómo están manejando, los del gobierno, la situación económica.

«Esto de la subida del dólar en relación con el peso, tan alta, nunca se había visto. El desbarajuste, en eso de la prima del dólar comenzó cuando estaba en el poder el mentado ‘Gobierno de Concentración Nacional’ que encabezaba el doctor Salvador Jorge Blanco, pero ahora, la cosa se ha puesto mucho peor, y el gobierno da muestras, de sobra, de que no sabe qué hacer. Está dando palos de ciego, cogiendo prestado para pagar deudas.»

Quien así se expresa es alguien que estuvo cercano a los gobiernos del PRD, se disgustó, y se asomó luego a los del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), con el ‘qué se yo’ de que consideraba que ‘esos sí son serios’.

Pero esa persona se apartó también de ese lado político, señalando que «más o menos tienen cojeras parecidas, aunque con diferencias marcadas».

En medio de ese atolladero, están los problemas que afectan en las profundidades de sus raíces, al Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), partido que, como los otros, tiene muchos sinvergüenzas en su dirección, pero también mucha gente seria que de alguna manera siente preocupación por lo que pueda pasar en el futuro casi de ahora en el país.

En el PRSC están las rebatiñas de fraude, en cuanto a la elección del candidato. Pero aunque no hubiera ese problema, las posibilidades de triunfo presidencial en ese sector son escasísimas. Dicen que el candidato presidencial es un hombre bueno, honesto, capacitado… y puede que así sea. En verdad, no lo conocemos personalmente. Pero su figura política deja mucho qué desear, «no prende» entre la gente de pueblo, y para un político en busca de apoyo masivo, esa situación es fatal.

Desde hace buen tiempo se nota que tres o cuatro «dirigentes políticos» que hacían su bullita en los medios de comunicación, ellos solos, sin tener bando alguno, pero haciendo que los citaran como «dirigentes políticos», han cerrado el pico. No hablan, quizás convencidos de que es lo mejor que, para bien del país podrían hacer. Y lo están haciendo.

Porque el ambiente político dominicano está sobrecargado, y está punto de reventar con tanta fuñidera político partidista.

Los del PRSC pudieran, si algún día se les ocurre, invocar a su extinto líder, el ex presidente Joaquín Balaguer, para fines de orientación. Pero aunque ese deseo surgiera, sería inefectivo.

Sería inefectivo, porque Balaguer, en su libro «Memoria de un cortesano de la Era de Trujillo», dijo estar convencido de que, después que uno ha muerto. De verdad murió.

Y que no hay otra vida.

Luego, la vida del PRSC parece que está en ese plano de conciencia.

Para la meditación de hoy: ¡Adelante, hermano, adelante! Echa p’lante. Déjate de las pendejadas esas que el temor pone en el cerebro de u o (y a veces en el corazón) de que «yo no pedré…» No podrás si no quieres poder. Recuerda que el poder se inspira, no se impone. Y el poder es fuerte y con fundamento, pero se manifiesta suave, como todas las cosas grandes de la vida.

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