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ÁNGELA PEÑA
Sólo en algunos países latinos, y principalmente en la República Dominicana, guapo tiene significado de valiente. En la mayoría se da al vocablo las connotaciones más extrañas. Según un autor chileno, la palabra viene del latín vappa, que antes era de doble sentido:vino añejo y hombre malo. Revela que ahora sólo se aplica al borracho y mujeriego. Casi todoslos diccionarios definen al guapo como bien parecido, ostentoso en el modo de vestir, galán, hermoso, bello, venusto, bonito, lindo, gracioso, precioso, majo, adonis.
Los que no le dan estas acepciones no le ponen valiente como sinónimo sino valentón, perdonavidas, matasiete, chulo, hombre pendenciero, y aunque le atribuyen ser animoso, bizarro y resuelto, lo definen como gallito de pelea, gallito valiente, matón…
Habría que estar muy claro, entonces, a la hora de usar el vocablo pues quizá muchos lo empleen como definición del héroe que domina el miedo, defiende lo que cree justo, enfrenta las adversidades, o describe como guapo a forjadores de patrias y vencedores en las guerras cuando, en realidad, se trata de fanfarrones imprudentes, temerarios, irresponsables de sus actos y pronunciamientos, más desatinados que valientes, a los que para calmar en sus arrebatos y amenazas verbales, en vez de responderle con un desafío, mejor es dar un baño de amansaguapo, planta muy usada para bajar los humos a bocones ignorantes del muy socorrido refrán de que el que amaga no da.
Según escribe Carlos Esteban Deive en su Diccionario de Dominicanismos, guapo es el que solicita, pide o exige lo que no es justo o quiere más de lo que le corresponde. «Le invita a un trago y quiere más ¡Qué guapo!», pone como ejemplo. Es, también, muy bravo o valiente, extremadamente valiente. Ponerse uno guapo es irritarse y enfadarse y privar en guapo es dárselas de valiente, añade.
En otros países se habla de la guapeza de los boxeadores. En un trabajo sobre lo que es ser guapo, firmado por «Killer» en Internet, el autor dice que la guapeza es mal interpretada porque se tiende a considerar guapo al boxeador que se planta a cambiar golpes. «Yo creo que ser guapo es soportar y revertir situaciones adversas en un combate» y habla de cuatro grandes luchadores del ring: «Leonard-Durán-Hagler-Hearns».
Los dominicanos deben hacer valer la definición que tienen de guapo para que cuando digan que lo son les teman, en vez de infundir en el contrario la idea de que alardean de ser bellos, confundiendo en cuanto a su hombría, o de que pueden ser vencidos por paliza suponiéndolos guapetones, como se llama despectivamente a los valientes.
El guapo también parece que fue en algún tiempo equivalente a exhibicionista que se ufanaba de sus atributos y encantos. Buscando definiciones di con un viejo tango, El último guapo, que dice: «Con el funyi tirao sobre un ojo/ y un amago de tango al andar, / sin apuro, sobrando de reojo, / el último guapo vendrá al arrabal…/ Entrará por la calle angostita/ y al pasar frente al viejo portón/ silbará pá que vuelva a la cita/ la piba que es dueña de su corazón. / Con un fueye que es puro rezongo/ y dos violas cinchando al costao,/ otra vez, del antiguo bailongo/ el último guapo será el envidiao…».
Históricamente, en la República Dominicana pocas veces se les llamó guapos a los prohombres que se sobrepusieron a las adversidades, vencieron el miedo, pelearon y triunfaron. Se les decía hombres de valor, como a Desiderio, Cáceres, Horacio Vásquez, Lilís, Santana, Enrique Blanco o Cipriano Bencosme. Aunque algunos usaron también el arrojo para imponer intereses espurios a los patrióticos, tienen un episodio en el que demostraron su osadía porque, la principal condición para ser guapo, es demostrarlo, haber tenido al menos una actuación, una, que lo confirme.
