¿Qué es un proyecto nación?

¿Qué es un proyecto nación?

DIÓMEDES MERCEDES
Sorpresivamente la pregunta me fue formulada por un sargento policial, cabeza de una patrulla motorizada, el sábado recién pasado. Para su consumo y el de los demás reunidos en el lugar, le respondí:

«Un proyecto de nación es un plan de desarrollo y de futuro de un país, en el que lo que tú haces siendo policía, es parte de lo que todos los otros ciudadanos hacemos en las diferentes actividades, para juntos alcanzar las metas democráticamente decididas por el pueblo, para que sus gobiernos en lo sucesivo lo cumplan coherentemente. Es un plan de concentración de las energías del Estado y de la sociedad en un impulso sostenido, hasta la conquista del propósito, en un tiempo establecido».

Habrá pueblo igual que manada sobre un territorio, allí donde a éste le falte la unidad de conciencia, deber y disciplina, para un propósito común y trascendente. Esta unidad es la de su proyecto de nación, donde se expresará el espíritu, la voluntad y razón de ser de esa comunidad, que por tal virtud, cambia de pueblo o hato a la condición de ciudadanos. Esta condición es la que el Estado, en el régimen político actual, acosa, rechaza o reprime, viendo en la rebeldía conciente de estos a su modus operandi un peligro a su naturaleza, privilegios y usurpaciones.

Duarte y Los Trinitarios formularon las ideas de nuestro primer proyecto de nación, acogidas por los patriotas independentistas y proclamadas como acta de nuestra independencia; las que, aunque abortadas por la anexión, fueron restauradas por las armas en agosto de 1863. Pero, aún aquel proyecto de nación hoy rezagado históricamente, está inconcluso y cada vez más mutilado por los gobernantes que como el actual, no tienen intereses comunes con el país y nos han integrado al sistema colonial que quieren institucionalizar, falsificando la Reforma Constitucional que solo será legítima, representativa y democrática por vía de la Constituyente.

Hemos de decir que este estado de cosas está forzando a la rebelión y no faltará quienes la inicien, y esta vez faltarán fuerzas y legitimidad para detenerla.

Un proyecto de nación hay que reprogramarlo siempre que un modelo anterior de ese mismo pueblo se haya agotado  si lo hubo, o cuando un país está anarquizado o involuciona en vez de superarse en razón de los conflictos internos entre sus poderes locales, sociales o institucionales; o cuando intereses regionales de un territorio necesitan confederarse por razones políticas y económicas más trascendentes que los existentes localmente en un momento concreto de su evolución.

El proyecto de nación es en fin, la forma en la que se expresa el Pacto Social de los diferentes sectores que integran una gran comunidad que necesita de un destino o futuro de bienestar y desarrollo común, y se deciden por aportar restricciones y sacrificios, que luego compensarán con beneficios extras, cuando el estado de cosas negativas existentes hayan sido superadas y los objetivos positivos conquistados.

El Estado es el ejecutor responsable de que así sea; pero, es la ciudadanía quien tiene que retener los poderes para garantizar que los detentadores del poder no la defrauden, o frustren a una de las partes del pacto, lo cual conlleva a preestablecer los fueros ciudadanos. Quiero decir, los poderes, derechos, prerrogativas y deberes de las personas hechos ley democráticamente por la única vía transparente posible: su Constituyente, la fórmula política de evitar las violencias y hacer la revolución democrática verdadera, conscientemente. Objetivo concreto, útil para la recreación de una nueva nación.

¡Qué así sea, por decisión mayoritaria de la población ciudadana!

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