Vista aérea del Parc National des Calanques cerca de Marsella. El sur de Europa fue azotado por una ola de calor con temperaturas de cerca de 4 grados. Y se registran también temperaturas marinas extremas. AP - Boris Horvat
El mar Mediterráneo rompe récords de calor: se han registrado hasta 31,8° Celsius cerca de las costas de las islas Baleares y más de 30° Celsius en las aguas corsas. Un fenómeno alarmante que impacta las especies marinas y agrava la intensidad de las tormentas, explica el oceanólogo francés Jean-Pierre Gattuso.
¿Cómo se define una ola de calor marina?
Jean-Pierre Gattuso: Una ola de calor marina es lo mismo que las olas de calor que tenemos en tierra. Significa que la temperatura supera por varios grados los niveles normales de la temporada. Tenemos una estación de medición en la entrada del puerto de Villefranche-sur-Mer (sureste de Francia) donde realizamos mediciones con mucha regularidad, varias veces al día. Y hemos medido hace dos días, una temperatura de 29,4° Celsius del agua. Esto supera el récord anterior, que era de 29,2°C durante una ola de calor en 2022. Así que las temperaturas realmente están subiendo constantemente.
‘Météo France’ (instituto meteorológico francés) registró también temperaturas del agua superiores a 30°C en dos puntos no lejos de Córcega.
Nunca se habían registrado estas temperaturas desde que se tomaron mediciones por primera vez en el puerto de Villefranche en 1957. Es preocupante, pero no es sorprendente. A la comunidad científica no le sorprenden estas olas de calor marinas, cada vez más frecuentes, más extendidas y más intensas.
Esto es algo que ha sido absolutamente previsto por el IPCC en un informe: indicó que, si la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera seguía siendo muy alta, se produciría un aumento de la frecuencia, la intensidad y la superficie de estas olas de calor marinas. No cabe la menor duda de que las actividades humanas causaron estas olas de calor marinas.
RFI: ¿Por qué el agua está tan caliente en estos momentos en el Mediterráneo? ¿Está relacionado con la ola de calor en el aire que está azotando Europa?
Jean-Pierre Gattuso: Sí. Las olas de calor marinas dependen de dos factores: en este momento el mar está muy caliente porque estamos atravesando una ola de calor en el aire que calienta la superficie del agua. Y el segundo factor es que hay poco viento. Cuando hay viento, el agua de la superficie, que se calienta con el aire, se mezcla con las aguas profundas que están más frías.
RFI: ¿Qué impacto tienen estas olas de calor marinas en la vida marina, en los peces, en los microorganismos y en la vegetación del mar Mediterráneo?
Jean-Pierre Gattuso: Antes de responder directamente a su pregunta, recordemos que el calentamiento del agua tiene dos aspectos: el aumento gradual de las temperaturas de los mares y océanos al que se suman esas canículas marinas.
El aumento gradual de la temperatura del agua genera movimientos muy importantes de especies. Las especies del sur del Mediterráneo, de las costas de Túnez, Marruecos y Argelia, se desplazan hacia el norte para huir del calor. Y también hay especies tropicales y subtropicales que entran en el Mediterráneo a través del Canal de Suez desde el Mar Rojo o a través del Estrecho de Gibraltar, desde el Atlántico subtropical. Calculamos que hay más de 1.000 especies que han entrado en el Mediterráneo desde el Mar Rojo.
Como consecuencia del calentamiento progresivo, hemos asistido, por ejemplo, a un aumento de la abundancia de barracudas en las costas francesas. Las barracudas son peces muy bonitos, muy espectaculares. También ha entrado en el Mediterráneo el pez león. Está el pez conejo, un pez extremadamente voraz que compite con los peces herbívoros, nativos del Mediterráneo, y que puede desplazar a las especies autóctonas. De las más de 1.000 especies que han entrado en el Mediterráneo, muy pocas suponen un problema como el pez león y el pez conejo.
RFI: ¿Y qué efecto tienen las olas de calor extremo en el mar?
Jean-Pierre Gattuso: En este momento, observamos temperaturas entre 4 y 5 grados Celsius por encima de las normas estacionales, lo que es considerable. Algunas especies mueren como consecuencia directa de estas temperaturas.
Sabemos que después de cada ola de calor marina, hay una mortalidad masiva de ciertas especies. Publicamos une informe en 2022 sobre el tema: cuando hay una ola de calor marina, unas semanas más tarde, vemos muertes de corales, de gorgonias, erizos de mar, ostras y mejillones. Se trata de un efecto directo de la temperatura.
También hay efectos indirectos. Las altas temperaturas pueden favorecer el crecimiento de algas filamentosas que asfixian a los invertebrados que viven en el fondo marino. Es el caso de las gorgonias, que son asfixiadas por algas filamentosas que suponen un verdadero problema para ellas.
Todo eso reduce obviamente la biodiversidad. Sabemos que este calor excesivo va a cambiar la cadena alimentaria. Pero no está claro cuáles serán exactamente las consecuencias para la pesca comercial.
RFI: ¿Cómo puede repercutir esta ola de calor en las condiciones meteorológicas?
Jean-Pierre Gattuso: El agua de mar caliente potencia las tormentas en zonas templadas y los ciclones en zonas tropicales. Cuando el agua está muy caliente, hay mucha evaporación, así que hay mucha humedad en el aire. Todo este vapor de agua sube y crea nubes. Pero si estas nubes llegan a lo alto de las montañas, donde el aire es muy frío, se producen precipitaciones extremadamente intensas. Fue lo que ocurrió en la región de Niza y Mentón con la tormenta Alex en 2020 que fue absolutamente devastadora.