El ex presidente de Uruguay, José Mujica, anunció en una rueda de prensa que tiene un tumor en el esófago. Comentó también que desde hace más 20 años padece una enfermedad inmunológica que le afectó los riñones y que le podría dificultar el acceso a tratamiento como quimioterapia y cirugía.

El esófago es el tubo muscular a través del cual pasan los alimentos desde la garganta al estómago. Un tumor puede comenzar a desarrollarse en cualquier lugar a lo largo de ese órgano. Comienza en la capa interna de la pared y crece hacia afuera a través de las otras capas.

Hay dos tipos principales de tumores de esófago, según el tipo de célula en la que se origina. Según un artículo publicado en Thoracic Cancer, en 2020, la tasa estandarizada por edad fue de 6,3 casos de tumores de esófago por cada 100.000 habitantes en el mundo.

Entre 1990 y 2020, la tasa de incidencia estandarizada por edad disminuyó un 16,8%, pero la incidencia total global aumentó un 94,7%. Existe una diferencia estadística significativa entre hombres y mujeres, con 418.350 casos entre los hombres y 185.750 casos entre las mujeres.

Por lo general, el tumor de esófago pasa desapercibido para las personas afectadas en sus etapas iniciales. “La dificultad para tragar y la sensación de obstrucción en la garganta son señales comunes que pueden indicar la presencia de cáncer de esófago. Si una persona registra estos síntomas debería hacer la consulta médica”, dijo a Infobae el doctor Alejandro Nieponice, investigador y especialista de la Unidad de Esófago de la Fundación Favaloro.

“Justo estamos en abril, cuando es el mes de concientización del tumor de esófago, porque hay cada vez más prevalencia en Occidente, incluso en más jóvenes”, mencionó el doctor Nieponice, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Gastroenterología.

“Generalmente, el tratamiento consiste en cirugía, quimioterapia o inmunoterapia, y radioterapia. Si el tumor de esófago es muy avanzado, no se hace cirugía. En otros, solo se hace quimioterapia. En algunos solo cuidados paliativos”, explicó el experto, que es integrante de la Unidad de Cirugía Digestiva.

Cuáles son los factores de riesgo de los tumores de esófago

De acuerdo con la Sociedad Estadounidense del Cáncer, estos son algunos de los factores que aumentan el riesgo de tener tumores de esófago:

Edad
Sexo biológico masculino
Consumo de tabaco y bebidas con alcohol
Obesidad
Consumo en exceso de carne procesada
Sedentarismo

Las personas que tienen la enfermedad de reflujo gastroesofágico y el trastorno Esófago de Barrett tienen más riesgo de desarrollar tumor de esófago. Aunque no todas van a sufrir ese cuadro inexorablemente. Por eso, los expertos recomiendan hacer la consulta médica, y no automedicarse.

Se debería acceder a un tratamiento y al seguimiento del reflujo y del Esófago de Barrett. Esta última afección implica que el revestimiento del esófago cambia debido al daño causado por el reflujo ácido crónico.

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Cuáles son las etapas de la enfermedad

Como el tumor de esófago puede ser tratado de diferentes maneras, se han creado diversos sistemas de estadificación para cada situación, según la entidad médica estadounidense:

Etapa patológica (también llamada la etapa quirúrgica): si primero se realiza una cirugía, la etapa patológica se determina mediante el examen del tejido extirpado durante una operación. Este es el sistema que se usa con más frecuencia.

Etapa clínica: si la cirugía no es posible o se hará después de otro tratamiento, entonces la etapa clínica se determina basándose en los resultados de un examen médico, biopsia y estudios por imágenes.
Etapa posneoadyuvante: si se administra quimioterapia o radiación antes de la cirugía (esto se llama terapia neoadyuvante), luego se determinará una etapa “posneoadyuvante” separada después de la cirugía.

Cuáles son los síntomas de los tumores de esófago

Desafortunadamente, la mayoría de los tumores de esófago no causa síntomas sino hasta que han alcanzado una etapa avanzada. La enfermedad se diagnostica con el examen médico y el uso de endoscopia, ecografía y tomografía, según cada caso.

Los síntomas más comunes del cáncer de esófago son:

Problemas para tragar
Dolor en el pecho
Pérdida de peso
Ronquera
Tos crónica
Vómito
Dolor en huesos
Sangrado en el esófago, lo que puede causar que la excreta se torne negra.

Tener uno o más de esos síntomas no significa que indefectiblemente que una persona tenga tumor de esófago. De hecho, es más probable que muchos de estos síntomas sean causados por otras afecciones.