¿Qué esperamos de la Bienal?

¿Qué esperamos de la Bienal?

Una próxima publicación de Bellas Artes llevará en portada un retrato de Rafael Díaz Niese, primer Director General del organismo cultural, por George Hausdorf. Era el año 1940. Rafael Díaz Niese, considerado unánimemente como talento plural y genial, fue un gestor excepcional. Entre sus hechos admirables, él creó la Bienal Nacional de Artes Plásticas que se celebró por primera vez en 1942. También fue la primera en América Latina, y, en 2025, celebramos la 31 Bienal de Artes Visuales, su actual nombre por incluir otras categorías de arte que no son las tradicionales.

Como siempre estamos a la expectativa, y anhelamos que esta edición culmine en exito histórico entre las Bienales. Siempre, junto a la curiosidad, la esperanza se apodera de los “fanáticos” del arte dominicano, ansiosos de descubrir obras maestras contemporáneas, renovaciones de la madurez, e innovaciones de la juventud, cuyos autores provienen de todo el territorio nacional, de residentes dominicanos en el exterior, hasta de extranjeros que se han “aplatanado”.

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Una participación abundante es esencial, y tanto la difusión informativa como el transporte de obras son asuntos claves.

Participación, selección y premiación

Con frecuencia los artistas que entregan sus obras, se consideran participantes. Es cierto en un sentido: han trabajado para la Bienal y han inscrito sus obras con los datos correspondientes. Pero solamente si el Jurado de Selección las admite, entonces están expuestas para que el público las vea, y se ratifica la participación. No pocas veces, sucede una confusión dolorosa.

La etapa siguiente es la Premiación, con un jurado específico en la Bienal nuestra. Sabemos que se trata de un privilegio discrecional, con honor si se recibe una Mención, con honor y aporte económico si es un Premio. En cuanto al Gran Premio, atribuido de manera singular, no pocos lo consideran como sueño o milagro… No olvidemos el Premio del Público, muy importante: son centenares de miradas y personalidades que lo otorgan.

Participar en la Bienal es absolutamente libre, sin embargo no deja de preocupar que por principio algunos buenos artistas se niegan… Temor a no estar seleccionado, poca probabilidad de ser premiado, aun más subjetivamente aun, rechazar “interiormente” a los galardonados y disentir de los jueces. Finalmente, es una lástima: nos priva de ver obras de calidad, que aun podrían convertirse en patrimonio permanente….

Categorías de siempre y otras nuevas

La pintura y el dibujo brillan en la historia del arte dominicano, y aunque modestos la escultura y el grabado tenían vigencia. Aquí, hoy en día, dentro de la Bienal, la instalación tiene una fuerza discriminatoria. Los artistas la eligen y practican, mientras la escultura -aun la “nueva” – casi desaparece, y el grabado no resucita.

Ojalá esta edición no confirme las opciones de la anterior, ¡Que ni la selección ni la premiación penalicen a pintores y dibujantes!

Es más, comprobamos que a nivel internacional la pintura y el dibujo están recobrando su sitial… No obstante, solemos tener un cierto retraso, y nos quedamos encerrados en (r)evoluciones a destiempo. Otra esperanza es que la calidad y la cantidad de fotografías – incluyendo el video- alcancen el nivel y el vigor que aplaudimos corrientemente.

Por más que se intente y se justifique…la performance (originalmente pertenece al género femenino) permanece muy minoritaria.

Anhelos externos

Sería lógico que se edite un catálogo de la Bienal… y que no se quede como un recuerdo, hasta que se publique, gracias a recursos públicos y privados, una recopilación muy tardía de varias Bienales.

También, el galardonado con el Gran Premio debería presentar una exposición individual. Casualmente, Julio Valdez, Gran Premio de la XXX Bienal, presentó una excelente retrospectiva individual en el MAM.

Otra propuesta, hoy un mero sueño, sería que los Premios de la Bienal no se queden encerrados en San Domingo y puedan viajar a algunas ciudades del interior, tanto más que correspondería a la descentralización anunciada al más alto nivel cultural ejecutivo.

Coda

El plazo de entrega de las obras se ha extendido un poco. Los artistas cuentan ahora con algunos días adicionales, hasta el martes 24 de junio.

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