Que esta vez gane la autoridad

Que esta vez gane la autoridad

La importación y venta de leche en polvo a granel parece amparada por poderes tras bastidores que se mofan de la autoridad. En septiembre de 2016, ProConsumidor prohibió su venta al comprobar que no es apta para humanos, y ordenó decomisar los inventarios. Pero al poco tiempo el mercado estaba inundado de esa leche que no es tal y se sospecha que nunca fue retirada y que solo hubo un ocultamiento táctico.
Ahora, cuando importantes asociaciones empresariales están demandando acciones contra ese comercio ilícito, la Dirección General de Medicamentos, Alimentos y Productos Sanitarios (Digemaps), del Ministerio de Salud Pública, sale al ruedo para advertir que se dispondrá el decomiso del polvo, serán cerrados los negocios que lo vendan y sometidos a la justicia quienes se dediquen a comercializarlo.
Lo mejor que puede ocurrir es que la autoridad demuestre que está por encima de los poderes fácticos que han estado amparando la importación, paso por las aduanas y venta descarada y desafiante de esta leche que no es tal y que puede ser peligrosa para la salud de quienes la consumen, que son mayormente niños. La prohibición dispuesta por ProConsumidor fue un intento fallido. No podemos gastarnos el lujo de fallar otra vez. Lo mejor sería que la autoridad logre tumbarle el pulso a esos poderes.

A generalizar la descontaminación

Las autoridades han decidido ponerle fin a la contaminación visual en las carreteras del país. La batida comenzó en la Autopista Duarte, donde brigadas de los Ministerios de Medio Ambiente y Obras Públicas empezaron a desmontar vallas y letreros de todos los tipos y tamaños. Paralelamente se procederá a la reforestación de los laterales de las vías sometidas a saneamiento. La contaminación visual es un elemento tan pernicioso como lo es el ruido para el sistema nervioso y el oído.
Pero este mal no es exclusivo de las carreteras y aspiramos a que ambos ministerios, más el de Salud Pública, emprendan la descontaminación de las ciudades, en las que abundan letreros enormes soportados por torres de metal. De una manera u otra, todos los contaminantes son nocivos para la salud humana, de un modo o de otro.

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