Para muchas personas este es un tema confuso, piensan que se les está cayendo el cabello cuando este se está partiendo o viceversa.

Estas dos condiciones que puede padecer el cabello tienen muchas veces causas distintas y es bueno saberlo para poder corregirlas de la manera adecuada.

La caída del cabello puede suceder por razones varias: nervios, estrés, trastornos hormonales, mala alimentación, por una muda natural que hace nuestro cabello periódicamente o en cualquier tipo de alopecia. En este caso la hebra se sale directamente del folículo piloso.

El hecho de que el cabello se parta, implica que a lo mejor ha perdido las proteínas necesarias, se vuelva quebradizo y débil (ya sea por cuestiones alimenticias o por procesos químicos como tinte o alisado).

Cuando se manejan dos texturas, es decir, una parte procesada y la otra natural, el cabello también tiende a partirse pues la unión de estas se debilita y da paso a la ruptura de la hebra.

Es fácil determinar en cual de estas situaciones está tu cabello: Toma varias hebras de las que consideras que se parten o salen y colócalas sobre un papel en blanco. Observa bien la hebra, cuando el cabello se sale trae consigo en uno de sus extremos un pequeño abultamiento de color blanco, que constituye el sebo natural que producimos y otros elementos que lo mantienen en el folículo piloso. En el caso de que el cabello esté simplemente partido, verás que no posee este abultamiento en ninguno de los extremos.

En ambos casos las soluciones pueden ser diferentes, dependiendo de la razón por la que el cabello se cae o se parte, es bueno hacer una pequeña evaluación de los últimos eventos ocurridos en tu cabello y en el diario vivir, tratamientos, color, situaciones difíciles o periodos de mala alimentación, también cualquier tipo de enfermedad que haya afectado nuestro sistema puede ser causante de cualquiera de las variantes, pues recuerda que el cabello refleja también todo lo que ocurre en el resto de nuestro cuerpo.

¡Hasta el próximo martes!