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Las canas, ¿te atreves a lucirlas?

+ que estilo<BR>Las canas, ¿te atreves a lucirlas?

Las canas son cabellos transparentes (aunque a simple vista se vean blancos) que se producen por una pérdida de la funcionalidad del melanocito, que es la célula que origina la melanina. Al disminuir este pigmento, el cabello comienza a perder color, fenómeno al que académicamente se le conoce como canicie.

Este es un proceso irreversible y está estrechamente vinculado con el envejecimiento; sin embargo, también puede ser consecuencia de algunas enfermedades o de estrés. Otro factor muy influyente es la genética. Si los antecedentes familiares auguran una cabellera canosa, lo más probable es que sea una realidad inevitable. En cuanto a la alimentación, se ha comprobado que el consumo de productos ricos en hierro, cobre, cinc, sílice o de vitaminas B1 y B2 retarda el proceso de decoloración.

Este proceso de pérdida de la melanina afecta no sólo el color del cabello, sino también la calidad del mismo: se vuelve más débil, pierde brillo y cambia su grosor, lo que hace más posible su caída.

Las canas comienzan a surgir  primero a la altura de las sienes y continúan por la coronilla o centro de la cabeza, para terminar poblando toda la cabellera. Cuando el proceso está más avanzado suele presentarse también en el vello corporal.

Existe también la canicie prematura, es decir, cuando las canas se producen antes de su tiempo habitual. Esto puede producirse por factores hereditarios, o ser una respuesta de enfermedades como la anemia o el hipotiroidismo. Se ha establecido también una relación entre el fumar y la canicie prematura.

La solución a las canas es sólo cosmética, no existe una medicina para eliminarlas o atenuarlas. La más usada es el tinte permanente, pero el uso inadecuado del mismo puede llegar a ser peligroso.

Ya que conocemos de donde vienen las canas, ahora vamos a la parte “romántica”.

En los últimos meses me he sentido muy curiosa con el tema de las canas, pues en mi cabeza ya hace un tiempo he  encontrado una que otra y sé que seré de cabellera gris, pues en mi familia es un hecho común tenerlas.  Pero últimamente escucho mujeres quejarse de que necesitan teñir su cabello cada mes para poder lucir menos mayores, pues consideran que si dejan sus canas aparecer van a verse viejas. También me he encontrado tantas mujeres que llevan sus canas de una manera tan moderna y con tanta naturalidad, que cuando las veo lo que menos se me ocurre pensar es en su edad, más bien pienso: pero mira qué hermoso cabello.

El caso de las canas es muy similar al de dejar el alisado (un tema del cual les escribo muy a menudo). Es un proceso delicado, que no sólo abarca lo estético; es un factor emocional, pues es en el momento en el que decides si realmente estás dispuesta a lucir tu belleza en su estado natural y a sacar partido de ella.

La primera cosa que debes hacer, si ya  has decidido dejar crecer esos bellos hilos blancos en la cabeza, es comenzar un proceso de auto aceptación. Los años que has vivido y la experiencia que tienes hoy, sea cual sea, puede verse reflejada en tus canas, pero eso no quiere decir que vas a lucir vieja.

Experimenta nuevos cortes de cabello. A lo mejor ya es hora de probar estilos más modernos que resalten tu cara y que ayuden a lucir mejor este nuevo “color” de cabello. Cuando digo moderno no quiero decir extravagante, simplemente atreverse a dar un paso más allá y  probar cortes nuevos, siempre y cuando te sientas cómoda con ellos. Pregunta a tu peluquera cuáles son los cortes que mejor van con tu cara y tu día a día y dile que te recomiende algo fresco y fácil de mantener.

Pon atención a tu alimentación y a la forma en que cuidas tu cabello. A lo mejor este cambio en tu cabellera viene en conjunto con cambios hormonales importantes en tu vida. Investiga qué alimentos son los apropiados para ti en este momento, estoy segura que estos afectarán directamente la calidad de tu cabello y tu estado de ánimo.

No dejes que la presión social te haga cambiar tu decisión. Muchas veces nuestros familiares y amigos no son tan comprensivos como quisiéramos, y aparte de lidiar con tus canas, es posible que tengas que re-educar de alguna manera a los seres cercanos para que entiendan que tu imagen es una decisión personal y que su apoyo y críticas constructivas son bienvenidos, pero que la burla y comentarios inapropiados no son necesarios.

Por último, ten confianza en ti misma. Recuerda que el cabello es un accesorio dentro de nuestro “look” y la idea es divertirse en el proceso de llevarlo como queremos, sea cual sea tu decisión, tómala porque te sientes cómoda con ella y disfruta de ser bella en la forma que mejor te complemente.

Muchas gracias a las hermosas mujeres que me permitieron fotografiarlas para documentar este artículo. ¡Ellas lucen sus canas con mucho orgullo!

¡Hasta la próxima!

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