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Los beneficios de una rutina saludable

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Muchas veces pensamos que el simple hecho de poner productos en nuestra piel y cabello nos solucionará cualquier problema que  puedan tener, pero también debemos tener en cuenta que cualquier cosa buena o mala que esté sucediendo dentro de nuestro organismo afectará nuestra imagen externa. Nuestros hábitos diarios de alimentación, sueño y ejercicio son factores determinantes en nuestra belleza.

La alimentación. En el caso de nuestro cabello específicamente, cualquier tratamiento que podamos poner puede ser efectivo, pero no tanto como una buena alimentación. Hidratarnos día a día es un hábito beneficioso para todo el cuerpo. Tomar los vasos de agua sugeridos por los expertos no sólo beneficiará tu cabello, también la piel se verá más brillante. Para muchos es muy difícil tomar agua varias veces al día, pues se les olvida o simplemente no les apetece, si este es tu caso, prueba poner una botella de agua en tu escritorio o un lugar visible y si  te molesta es el no-sabor que tiene, puedes agregar unas gotitas de limón para hacerla más interesante. Cada vez que veas la botella toma uno o dos tragos y ya verás que poco en poco terminas de tomarla sin darte cuenta.

Los aceites son muy recomendables para alimentar el cabello pues le añaden fuerza y humectación y son beneficiosos para el cuero cabelludo, aparte de incentivar el crecimiento. A la hora de comer,  puedes conseguirlos en diferentes alimentos como nueces, almendras, mantequillas, aceites puros y demás. Ojo con no ingerir grasas saturadas y/o frituras en exceso, estos no aportarán nada a tu belleza y pueden causarte problemas de colesterol.

Y si eres de las personas que piensa someterse a una dieta, recuerda que no todas las dietas son para todos los organismos y que es mejor ver un especialista antes de improvisar, para asegurarse que tu cuerpo está recibiendo los nutrientes que necesita para estar saludable.

El sueño. El sueño es un factor determinante para una buena salud y belleza. Dormir bien no sólo nos hará lucir descansadas y tener energía, sino que evitará el envejecimiento prematuro de nuestra piel y problemas de crecimiento en el cabello. Muchas veces se le atribuye la pérdida del cabello a malos hábitos en el sueño y estrés.

El ejercicio.  Esta es mi parte favorita. Ejercitarse regularmente es una costumbre que nos da fuerza y energía para afrontar el día a día, aparte de mantener nuestro cuerpo tonificado y evitarnos problemas de salud a largo plazo. El ejercicio también promueve la circulación de la sangre, la cual a su vez estimula el crecimiento del cabello.

Ya sé que comenzar a hacer ejercicio desde cero no es una tarea fácil; muchas veces se necesita encontrar un lugar donde hacerlos, el tiempo y la fuerza de voluntad. Yo era una de esas que odiaba correr, y ponía cualquier excusa para no hacerlo, pero un día probé salir a trotar con una amiga en las mañanas, comenzando de poquito, algunos días sólo caminaba, otros trotaba muy poco, y ahora levantarme a trotar cada mañana, más que una rutina es una adicción, y no es que sea una atleta maratónica, pues sólo hago media hora entre caminar, trotar y hablar, pero noto como cada día tengo más resistencia y veo los beneficios que el ejercicio aporta a mi cuerpo.

Recomendaciones.  Si tu agenda es muy apretada, no puedes ir al gimnasio o cerca de tu casa no hay donde salir a ejercitarte, prueba este consejo que te puede resultar: primero prepara cerca de tu cama una toalla grande o una manta de yoga; luego escribe una rutina simple que tome como diez minutos realizar y pégala en un lugar visible, y cada mañana al levantarte, cumple con tu rutina de diez minutos antes de comenzar cualquier actividad.

Si complementas esta rutina  con tu música favorita ¡verás como sales de casa de muy buen humor cada día!

Para terminar, creo que es importante que cada quien defina cuál es la rutina saludable que más le conviene, todo depende de cuál es tu estilo de vida y tus actividades diarias. Ya sea que hagas dos horas en el gimnasio cada mañana o sólo hagas diez abdominales antes de dormir, que tomes tus complejos vitamínicos día a día o comas un guineo en la guagua camino al trabajo. La experiencia me ha enseñado algo  valioso: si no se comienza, no se hace. 

¡Hasta la próxima! 

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