Que funcione la depuración

Que funcione la depuración

La cada vez más frecuente participación de policías y militares en actos de delincuencia obliga a reclamar que la depuración de los cuerpos castrenses y la  Policía Nacional  sea un hecho, no un discurso. Casos más recientes de esta naturaleza nos indican claramente que falta celo y minuciosidad en la depuración de los hombres y mujeres que ingresan a estos organismos y cuyos vínculos criminosos no son detectados a tiempo.

Recientemente fue desarticulada una banda compuesta por varios policías y ex miembros del Ejército Nacional. En un caso separado fue  arrestado el encargado de la Dirección Nacional de Control de Drogas  (DNCD) en Montecristi para ser investigado sobre negocios con sustancias prohibidas y otras prácticas que denigran la autoridad. Son abundantes los casos de ligazón de militares, policías y agentes antinarcóticos con prácticas ilegales.

Se necesita que los organismos internos de los cuerpos castrenses, la Policía y la DNCD actúen con más agudeza y que la depuración y profilaxis pueda producirse antes de que los inclinados por las malas prácticas manchen el uniforme y contaminen a sus compañeros. Se necesita que funcionen como debe ser los medios de disuasión. Es la única manera de garantizar la integridad de nuestras instituciones.

Un celo inconsecuente

La gente empezó a sentirse protegida cuando Pro Consumidor metió en cintura a varias plantas de gas licuado de petróleo que estafaban a los consumidores. Sin embargo,  la Dirección General de Normas y Sistemas de Calidad (Digenor), que  jamás hizo nada en defensa de los consumidores, reaccionó poniendo reparos y objeciones, y tratando de desautorizar a Pro Consumidor. Nadie comprendió, ni comprende, este celo inconsecuente.

Las cosas han ido más lejos. Pro Consumidor denuncia que Digenor ha excluido a ese organismo de la elaboración de un reglamento para la venta de gas licuado de petróleo, que tendría por finalidad impedir estafas contra los consumidores. Hasta donde se sabe, a Digenor le corresponde hacer valer los aspectos técnicos en materia de normas  y sistemas de calidad. Pro Consumidor, en cambio, tiene que velar porque el consumidor o usuario reciba lo justo por su dinero. ¿Por qué el celo?

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